* Podría incrementar su población ocupada en más de 21 por ciento al incorporar a las poblaciones en edad de trabajar que actualmente no están aprovechadas
Tlaxcala es la segunda entidad federativa del país con más potencial para la integración de personas a la economía, y podría incrementar su población ocupada en más de 21 por ciento al incorporar a las poblaciones en edad de trabajar que actualmente no están aprovechadas, de acuerdo con un estudio realizado por el Instituto Mexicano para la Competitividad.
En ese estudio se da cuenta que uno de los aspectos clave para la toma de decisiones en cuanto a la localización de plantas productivas, es la disponibilidad de los factores de mano de obra y talento humano, los cuales son necesarios para facilitar la producción y garantizar la rentabilidad de las inversiones extranjeras y nacionales.
La fuerza laboral potencial, subraya el IMCO, refleja la cantidad de personas que, con los incentivos y condiciones adecuadas, pueden ser incorporadas a las actividades económicas y cubrir las vacantes requeridas por los inversionistas de cada región.
“En Guanajuato, Tlaxcala, Sinaloa y Durango, la población ocupada podría incrementar por más de 21 por ciento al incorporar a las poblaciones en edad de trabajar que actualmente no están aprovechadas en la economía. En Baja California Sur y Jalisco, por otra parte, el mercado laboral muestra menor holgura y tiene una menor proporción de personal desaprovechado; la población ocupada en esa región crecería menos de 10 por ciento al incorporar a la fuerza laboral potencial” señala el estudio de referencia.
En su análisis, el IMCO refiere que para conocer el nivel de la población disponible para trabajar en las diferentes regiones del país -la cual es necesaria para cubrir los puestos generados por las posibles inversiones-, es útil mirar indicadores que muestran el tamaño de la fuerza laboral potencial.
Dentro de ese grupo, se identifican tres poblaciones diferentes en edad de trabajar, que es de 15 años o más: 1) la población desocupada; 2) la población no económicamente activa disponible y 3) la población no económicamente activa no disponible, pero con un interés para trabajar.
El primer grupo consiste de personas que no cuentan con un empleo, pero buscan activamente incorporarse a alguna actividad económica. El segundo incluye a personas que no están empleadas ni buscan empleo activamente, ya sea por falta de incentivos y motivación o por una percepción de que no encontrarán empleo debido a condiciones de edad o nivel de estudios, por ejemplo, sin embargo, las personas en este grupo sí estarían dispuestas a aceptar un trabajo.
Por último, el tercer grupo está compuesto de personas que, aunque tienen interés en trabajar, no tienen ni buscan empleo, debido a que sus circunstancias les impiden participar en actividades económicas.