Claudia Orozco
A menos de 60 días de haber iniciado su administración como alcalde de Apizaco, Javier Rivera Bonilla ha perdido la confianza de la ciudadanía.
Esto por diversas irregularidades en como opera el ayuntamiento, desde la deficiencia en el servicio de recolección de basura, los atropellos en multas por parte de personal de parquímetros, avances niños en obras públicas, que han causado malestar entre los apizquenses.
Un claro ejemplo de ello fueron las inundaciones por las recientes lluvias en las principales calles de Apizaco y que a la fecha continúa padeciendo de estas afectaciones.
Así como la acostumbrada inconformidad sobre la inseguridad, que continúa arreciando en pleno centro del municipio, con robos a cuentahabientes a plena luz del día y sin acciones concretas por parte de los elementos de seguridad.
Esto, debido a que incluso les ha quedado a deber quincenas al personal de seguridad pública, y ante los cuestionamientos sobre estás situaciones, ha optado por lavarse las manos y responsabilizar al exalcalde de la aparente falta de recursos en las áreas municipales.
Toda vez que recientemente, el director la CAPAMA trascendió que renunció a su cargo ante la ineptitud del edil, por lo que prefirió dejar el cargo.
Es así como el caso reina en Apizaco y el presidente aún sigue sin enterarse que el es quien debe tomar las riendas del municipio, augurando que ese será su estilo de gobierno durante su mandato.