“Éxitos en el proyecto que ha decidido emprender”, deseó el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, a José Antonio Meade, quien renunció este lunes a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Exsecretario de Energía y de Hacienda en el sexenio del panista Felipe Calderón Hinojosa y exsecretario de Relaciones Exteriores, de Desarrollo Social y de nueva cuenta de Hacienda en la actual administración, Meade Kuribreña acudió al salón Adolfo López Mateos de Los Pinos acompañado por su esposa Juana Cuevas y de su padre Dionisio y su hermano Lorenzo.
“Yo me veo apoyándolo igual que siempre”, soltó su esposa Juana, quien con esa declaración anticipaba lo que más tarde, en Palacio Nacional, se conformaría:
Pepe Toño, como le llaman sus amigos, aspira a la candidatura a la presidencia del Partido Revolucionario Institucional, el PRI, de cara al proceso electoral del 2018.
-¿Dr. Meade, qué viene para usted? -se le cuestionó a su salida del salón Adolfo López Mateos.
-Cosas buenas -atajó, mientras caminaba al lado del presidente Peña Nieto hacia la salida.
“En el desempeño de su responsabilidades -dijo el mandatario- el doctor Meade acreditó su sólida formación académica y profesional, así como un amplio conocimiento de las necesidades del país y de su enorme potencial hacia adelante y, sobre todo, José Antonio Meade ha demostrado ser un hombre de bien con vocación de servicio y un profundo amor a México, le agradezco su dedicación y entrega y su compromiso, y le deseo el mayor de los éxitos en el proyecto que ha decidido emprender, muchas gracias, señor secretario”, aseveró.
Peña Nieto además confirmó que a Hacienda llega José Antonio González Anaya, quien a su vez será sustituido por Carlos Alberto Treviño Medina al frente de la dirección de Petróleos Mexicanos.
El presidente Peña Nieto instruyó al nuevo responsable de las finanzas públicas del país mantener las condiciones de estabilidad macroeconómica de las que hoy goza nuestro país.
Además, prosiguió, “consolidar las finanzas públicas sanas, ejercer de manera eficiente, transparente y oportuno el presupuesto aprobado por la Cámara de Diputados y, en este punto, es de especial importancia la administración de los recursos destinados a la reconstrucción por los sismos de septiembre”.