Isabel Miranda
Ante los fuertes vientos que generalmente se presentan durante los meses de febrero y marzo, a las recomendaciones generales a la ciudadanía emitidas por la Coordinación Estatal de Protección Civil (CEPC), se suma a las previsiones que tienen que hacer los municipios, a través de sus Dirección de Protección Civil, para revisar zonas de riesgo.
Específicamente, revisar estructuras que puedan ser peligrosas en algún momento dado, sobre todo las que se encuentra en las principales ciudades y que se refieren a anuncios espectaculares, edificios e infraestructura de energía eléctrica.
En demarcaciones como Tlaxcala, Chiautempan, Apizaco, Huamantla y Zacatelco, entre otras, comienzan a abundar anuncios espectaculares que ante los fuertes vientos pueden ceder, ya sea de tiendas de autoservicio, de conveniencia, galerías, entre otras, las cuales deben garantizar su correcta instalación o mantenimiento para que resisten a los vientos.
Incluso, los árboles grandes ubicados en parques y áreas recreativas también se vuelven objetos de peligro, así que los ayuntamientos también deben verificar que esos elementos naturales no representan un riesgo para los transeúntes.
Apenas el pasado 29 de enero, las ráfagas de viento de hasta 30 kilómetros por hora, causaron daños en las oficinas del recinto ferial de Chiautempan donde un ventanal de cinco metros de altura se vino abajo, lo mismo que un árbol en la avenida La Paz; en Apizaco, una lámpara del bulevar Francisco I.Madero también cedió ante los elementos; mientras que en la capital hubo también caídas de ramas de árboles.
A la ciudadanía en general, la CEPC sugiere retirar objetos que puedan ser arrastrados por el viento como macetas, lonas, carteles y láminas; si transita por la calle, evitar el paso cercano por árboles, cables de luz o espectaculares; al conducir se deberá extremar precauciones, ya que en el camino pueden encontrarse ramas de árboles o cualquier otro objeto que haya sido arrastrado por el viento.