Denuncia social, clasismo y política son algunos de los temas que tocará Arath de la Torre en Los trapos sucios se lavan en casa, película actualmente en grabaciones.
Al lado de Lisset, Giovanna Zacarías (La leyenda de la máscara) y Amorita Rasgado (¿Qué le dijiste a Dios?), el histrión se encuentra bajo las órdenes de Diego Muñoz, en locaciones de la Ciudad de México.
“Es una película bastante loca”, exclama divertido Arath.
“Es un género que no había tocado yo en cine, habla mucho de la suceptibillidad, el clasismo, hay algo que decir ahí padre”, agrega.
En la trama, que se encuentra en su tercera semana de trabajos, interpreta a un candidato de candidatos.
“No sabemos bien de qué, pero es cómo se maneja la imagen cuando te vuelves así, cómo cambia la vida y todos te saludan y el autor da un giro fuertísimo, pues pone que aunque seas candidato, se es susceptible a algo que pasa en casa”, apunta.
La producción corre a cargo de Matthías Ehrenberg, motor de cintas como Sexo, pudor y lágrimas.
En la sinopsis oficial de la casa productora Río Negro se define a Los trapos sucios se lavan en casa como una comedia que se desarrolla en la casa de los Ruíz Palacio, familia adinerada mexicana donde Lupita y Toña trabajan como empleadas domésticas.
Mientras la familia prepara un fin de semana en Las Vegas, las empleadas, cansadas del incumplimiento de pagos y la falta de respeto de sus patrones, diseñan para ellos un plan.
Es la sexta película de acción viva de Arath, quien inició cine en el 2001 con Inspiración, al lado de Bárbara Mori. Busco novio para mi mujer, La dictadura perfecta y La tregua integran su filmografía, a la cual se agregas las animaciones El secreto del medallón de jade y Magos y gigantes.
El próximo viernes se verá en cines con Cómplices, comedia en la cual encarna a un conquistador de mujeres y que entrena en eso a su sobrino (Jesús Zavala, Club de cuervos).
“El personaje estaba trabajado desde el guión, la perspectiva la dio Luis Eduardo (Reyes, el director) y fuimos creando esta personalidad de un soltero, con dinero, que tiene un amigo entrañable y que juega todo el tiempo, no madura, le gustan las mujeres y ya. “No está inspirado en nadie en especial, sólo es un punto personal mío y del director”, destaca.