Intensos bombardeos y cañoneos de las fuerzas sirias contra suburbios de la capital controlados por los rebeldes causaron al menos 130 muertos en dos días, uno de los más sangrientos episodios en los últimos tres años de guerra, dijeron el martes grupos activistas y paramédicos.
Los rebeldes se vengaron lanzando proyectiles contra Damasco, matando a por lo menos ocho personas y sembrando el pánico entre la población.
La violencia surge mientras milicias oficialistas comenzaron a incursionar en Afrin, un enclave kurdo en el norte del país. La artillería turca castigó la zona, obligando a los periodistas a huir. La prensa estatal turca reportó que las fuerzas oficialistas se retiraron a 10 kilómetros (6 millas) de la ciudad de Afrin.
Los suburbios atacados, en una zona llamada Ghouta Oriental, han sido objeto de bombardeos desde hace varias semanas en los que cientos de personas han muerto o han resultado heridas. Los activistas de la oposición dicen que las fuerzas del gobierno han traído refuerzos, lo que parece indicar que es inminente una ofensiva de gran envergadura.
La zona, bajo asedio desde el año pasado, alberga a unos 400 mil habitantes y a miles de insurgentes adscritos a una amplia gama de facciones. Las más poderosas son el Ejército del Islam y la milicia Failaq al-Rahman. También hay grupos afiliados a la red Al Qaeda.
Videos publicados desde los suburbios orientales mostraban a paramédicos sacando a heridos de entre los escombros, mientras que otros cavaban frenéticamente entre los restos en la oscuridad en busca de sobrevivientes.
En los bombardeos del lunes se usaron aviones de guerra, helicópteros, misiles y artillería, en una pronunciada escalada de la violencia cerca de donde el gobierno del presidente Bashar Assad tiene su asiento.
Este fue el ataque más letal en Ghouta oriental desde 2015, dijo el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, un grupo con sede en Gran Bretaña que monitorea el conflicto sirio. Entre los muertos del lunes hay 20 niños y 15 mujeres, agregó.
El grupo afiliado a la oposición Defensa Civil Siria, también conocido como Cascos Blancos, dijo que los ataques aéreos causaron 98 fallecidos y que todavía había personas bajo los escombros. Entre los muertos está uno de los rescatistas del grupo, Firas Jomaa.
Tanto el Observatorio como los Cascos Blancos reportaron más ataques aéreos y bombardeos en Ghouta oriental el martes mientras los rebeles atacaban Damasco con proyectiles de mortero. Los Cascos Blancos reportaron 15 muertes el martes mientras que el Observatorio dijo que 23 personas perdieron la vida.
El Observatorio denunció que “el bombardeo indiscriminado” parece estar allanando el camino para una ofensiva terrestre en Ghouta Oriental. Si el sector es capturado por las fuerzas oficialistas, sería una importante victoria para Assad.
Los rebeldes respondieron lanzando proyectiles de morteros contra barrios de Damasco, matando a ocho personas -entre ellos tres menores- e hiriendo a 15, dijo la agencia oficial de noticias SANA. El martes por la mañana, residentes de Damasco reportaron bombardeos en áreas del centro.
“Los proyectiles caían como lluvia. Estamos escondidos en un pasillo”, dijo una vecina de la ciudad a The Associated Press. La mujer pidió no ser identificada por su propia seguridad.
Videos publicados desde los suburbios orientales mostraban a paramédicos sacando a heridos de entre los escombros, mientras que otros cavaban frenéticamente entre los restos en la oscuridad en busca de sobrevivientes.
“La situación humanitaria de los civiles en Ghouta Oriental se está descontrolando”, dijo Panos Moumtzis, coordinador regional de Naciones Unidas para la crisis Siria, en un comunicado el lunes en la noche.
“Es imperativo poner fin a este insensato sufrimiento humano. Este ataque a inocentes civiles y a infraestructuras debe parar ahora”, añadió.