Ciencia de datos, la profesión ‘más sexy del mundo’ emerge en México

Crea, opera, organiza, promueve, desarrolla, acelera y dirige proyectos; no lleva bata pero es científico. Aunque este joven tiene una formación clínica, trabaja con programación, estadística e incluso diseño, áreas que le apasionan; esas habilidades las conjuga para buscar entre datos y cifras con el objetivo de encontrar patrones y así aplicar la ciencia de datos.

Juan Ramón Vallarta cuenta con una maestría en ciencia de datos para la investigación en salud y biomedicina, grado de estudios que le dio habilidades para esta disciplina emergente. Su trabajo se centra en encontrar factores en común dentro un compilado de información digital.

El joven científico relata que esta disciplina se centra en la investigación de las metodologías, las tecnologías y la implementación del estudio de los datos para encontrar patrones en éstos. Su objetivo -señala Juan Ramón- se centra en recopilar datos relevantes que pueden utilizarse como indicadores para la toma de decisiones.

Estos indicadores pueden usarse como la base para la elaboración de políticas públicas; sin embargo, también son útiles para la implementación de nuevos tratamientos y diagnósticos de enfermedades en el sector de la salud, o para estrategias enfocadas hacia los negocios.

Juan señala que para estos fines, un científico de datos debe contar con conocimiento previo para aplicar la información encontrada en su área de especialidad, en su caso, por ejemplo, su formación como nutriólogo lo orilló a dirigir su trabajo hacia la búsqueda de patrones del sector salud.

Actualmente, este científico colabora en una investigación en cuestión de antropometría y también en un proyecto para determinar los patrones presentes en la alimentación de los adolescentes.

“Una parte muy importante es saber algo de la profesión a la que te estás dedicando, es decir, tener conocimiento teórico para entender bien qué es lo que pasa, no es sólo meter datos sin control para ver qué sale, se trata de tener un apoyo teórico o metodológico de por qué se está dando esta situación”, explica en entrevista para Agencia Informativa Conacyt.

Además, añade que en el perfil de un científico de datos es recomendable contar con habilidades para saber la mejor manera de presentar la información, pues es necesario que esos patrones o información descubierta sea relevante para el consumidor de información e incidir en la toma de decisiones.

Perfil multidisciplinario

Motivado por la investigación clínica, Juan optó por estudiar ciencia de datos, una profesión en la que podía combinar su gusto por la estadística y la recolección de datos junto con su formación como profesional de la salud, además de que haber adquirido conocimientos sobre programación fortaleció su decisión por seguir esa carrera.

Esta profesión, llamada a veces la ‘más sexy del mundo’, cuenta con un amplio campo de trabajo, asegura Juan, ya que se puede desarrollar en ámbitos como el periodismo, la salud, el urbanismo y en casi cualquier profesión que implique el manejo de información.

Además, Juan menciona que las empresas están empezando a buscar profesionales en esta área para ingresarlos a sus filas, esto porque están descubriendo las bondades de analizar la información con que cuentan y así aplicar políticas orientadas a la mejora de sus servicios o a la captación de más clientes.

Para este fin, colabora con estudiantes e investigadores de universidades, como el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), en el impulso de la ciencia de datos para generar conocimientos en el sector agrícola y de salud y al mismo tiempo busca promover esta profesión para facilitar indicadores en el sector de la medicina.

“La mayoría de los expertos en ciencia de datos coinciden en que el campo que va a ser más revolucionario en esta profesión es la salud, hay un campo totalmente ahí para actuar, y en México debemos implementarlo para no quedarnos atrasados”.

Datos abiertos para la toma de decisiones

El panorama de la ciencia de datos es emergente en el país y aún falta contar con más información de dominio público para el análisis de estos y su entendimiento, considera Juan Vallarta, quien cursó su maestría en ciencia de datos en Londres gracias al apoyo de la beca de posgrado que otorga el Conacyt.

En su campo, el de salud, Juan estima que hay poco acceso a los datos abiertos, pues aún existe desconfianza sobre la finalidad que se le daría a esta información. Sin embargo, reconoce que hay instituciones que impulsan estrategias de datos abiertos para el aprovechamiento de estos.

Debido a la vulnerabilidad de estos datos, el científico de datos debe contar con una ética sólida para evitar el mal manejo de esta información que puede ser de carácter público, menciona. En Londres, donde cursó la maestría, trabajó con datos públicos; sin embargo, las instituciones contaban con fuertes regulaciones para evitar la fuga de información.

En Jalisco existen plataformas como el Instituto de Información Estadística y Geografía (IIEG) que compila información de instituciones públicas y órganos de gobierno, y los coloca al alcance de la población en general.

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