Un tribunal alemán decidió este jueves dejar en libertad bajo fianza al expresidente catalán Carles Puigdemont y dijo que su extradición a España era posible sobre la base de los cargos de corrupción que enfrenta en ese país, pero no por una acusación más grave de rebelión.
Puigdemont fue arrestado el mes pasado al ingresar a Alemania tras una orden de arresto emitida en España, que acusa a los líderes separatistas catalanes de rebelión y malversación de fondos por la organización de un referéndum independentista no autorizado.
El Tribunal Superior Regional de Schleswig-Holstein, que estableció una fianza de 75 mil euros para la liberación de Puigdemont, dijo que el cargo de rebelión que tiene en España el expresidente catalán no es un delito penal en Alemania y que el componente de violencia que justificaría una acusación de traición tampoco existía.
Sin embargo, la corte dijo que podrían continuar los procedimientos para decidir si Puigdemont debe ser extraditado por cargos de corrupción.
“Existe el riesgo de fuga (…) pero como la extradición por cargos de rebelión es inadmisible, el riesgo de fuga se reduce sustancialmente”, dijo el tribunal al explicar su decisión de conceder la libertad bajo fianza.
En la legislación española, el delito de rebelión contempla penas de hasta 30 años de cárcel contra aquellos que se alcen de forma violenta y pública para “derogar, suspender o modificar” la Constitución o “declarar la independencia de una parte del territorio nacional”.
El Gobierno del presidente Mariano Rajoy emitió un comunicado en el que, pese a señalar que desconoce los “términos exactos” de la decisión del tribunal, dijo que “nunca opina sobre decisiones judiciales (y) las respeta siempre”.
En tanto, las organizaciones separatistas catalanas celebraron la decisión.
“Es una muy buena noticia para la democracia y un nuevo revés a la justicia española, (que) está a las órdenes de un gobierno autoritario que no respeta la separación de poderes”, dijo Marta Vilalta, de Esquerra Republicana de Catalunya.
Puigdemont, de 55 años, se autoexilió en Bélgica hace cinco meses después de que el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, lo destituyó e intervino las instituciones catalanas a raíz de una declaración unilateral de independencia.