Raúl Ramos
Derivado de que el pasado 3 de marzo en el tramo federal de San Esteban Tizatlán, se registró la volcadura de una pipa que portaba hipoclorito de sodio -clarasol-, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), determinó que el derrame afectó una superficie de 200 metros cuadrados; además parte del material derramado se vertió al afluente del Río Zahuapan.
En este accidente que dejo varias horas un caso vehicular sobre la vía de comunicación, además de la muerte del operador de la unidad, dejó también daños al medio ambiente.
Fue mediante un comunicado oficial, que la dependencia recordó que el accidente que se registró fue de un auto tanque de la empresa Autotransportes AT, S.A. de C.V.con placas de circulación 846D4, tenía una capacidad de 30 mil 500 litros y transportaba hipoclorito de sodio al 13 por ciento.
Esa determinación la hizo el personal actuante de la procuraduría, mismo que realizó la visita de inspección en materia de contaminación de suelos para constatar la posible afectación; además de dar aviso a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para la atención al cuerpo de agua federal del río Zahuapan.
De esa manera “con base a los hechos observados del accidente, se ordenará a la empresa las medidas técnicas de urgente aplicación que procedan”.
También recordó que en el control del evento participaron elementos de Protección Civil del Estado de Tlaxcala, así como Policía Federal, Cuerpo de Bomberos de Tlaxcala, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofeprist) e inspectores de la Profepa, los cuales inspeccionaron la zona afectada por el derrame de hipoclorito de sodio.
Y aun el líquido no afectó la directamente a la población ya que no hubo necesidad de desalojarlos, mediante las revisiones correspondientes se generó un expediente en el que se determina que el grado de contaminación y que tendrá que ser atendido por la empresa responsable y con ello se busque sanear lo mejor posible el daño al medio ambiente.