Ángel Ramos
En lugar de asumir el compromiso de destituir al director de seguridad pública, el Presidente Municipal de Papalotla, Jesús Herrera Xicoténcatl, se dedicó ayer a buscar con quien acusarse.
Fue con el medio digital “Enfoque” donde literalmente reprochó que supuestamente lo intentó agredir físicamente Alejandro Muñoz Beruecos, hecho totalmente negativo, pues como ciudadano le solicitó respetuosamente que asumiera lo que firmó en la SEGOB.
De acuerdo a la información difundida en medios digitales e impresos jamás se percibe como el culpado incita a la violencia, por lo que es considerada su declaración como un “chisme” que tiene intereses políticos que no abonan nada a su administración que tiene una pésima reputación.
Y es que cabe mencionar que basado en un documento firmado por el presidente municipal de Papalotla, Jesús Herrera Xicoténcatl, en una reunión celebrada con el Secretario de gobierno Tito Cervantes Zepeda y una comisión de vecinos.
El mando de la policía municipal de la región sureña Cruz Hernández Romero, tuvo que ser destituido desde el pasado 30 de abril, como parte de una nueva estrategia de combate a la inseguridad que se vive en el territorio.
Sin embargo el servidor público continúa en funciones y ahora argumenta que la destitución se someterá a cabildo, y será ahí donde se defina la exigencia de la población.
El documento informa que en un diálogo para lograr un acuerdo respecto a la separación del Director de Seguridad, el alcalde pidió un lapso de dos meses para resolver esa petición; los pobladores rechazaron la propuesta y plantearon un lapso de 15 días para hacer efectiva la salida del responsable de la seguridad; punto al que accedió el alcalde y lo firmó junto con el responsable de la política interna.
En una entrevista realizada por este medio, Herrera Xicoténcatl, confirmó que su corporación policiaca habría sido rebasada por la inseguridad, por lo que solicitaría la estancia de la Coordinación Estatal de Seguridad Publica (CES) para garantizar protección.
Pero sostuvo que la salida del mando policial aún se valora y que la última decisión la tomaría el cabildo, esto implica que el acuerdo con la SEGOB no fue acatada.