Después que Steven Feng dejó su codiciado puesto en Google, le preguntó a su madre si debía utilizar dinero de capital de riesgo para financiar su idea sobre un negocio.
Si su empresa de electrónica de consumo era una apuesta arriesgada, le dijo ella, era mejor que recurriera a los capitalistas de riesgo. Pero si su destino era convertir el negocio en algo grande, debía usar el dinero que ella había ganado en una carrera farmacéutica en China.
Fue así que Yang combinó su dinero de Google con el de su madre y, con menos de un millón de dólares de capital semilla, se trasladó de California a Shenzhen, un centro de compañías de tecnología del sur de China.
Siete años después, Anker Innovations Technology vende productos que van desde cargadores para smartphones a bancos de energía portátiles en Amazon.
El negocio se está volviendo aún más grande después que hace poco llegó a un acuerdo para colocar productos en casi 4 mil tiendas de Walmart y 900 de Best Buyen Estados Unidos.
Operaciones recientes en el mercado secundario New Third Board de China valuaron a Anker en unos un mil millones 100 mil dólares. Yang, de 36 años, y su esposa tienen una participación conjunta de alrededor de 54 por ciento, según un análisis del informe del primer trimestre de 2018 de la compañía elaborado por Bloomberg.
Anker ofrece cargadores que son una alternativa a los de compañías como Samsungo Apple y cuentan con tecnología patentada de PowerIQ que detecta el máximo voltaje de cada teléfono para minimizar el tiempo de recarga.
Yang también se ha diversificado hasta incluir prácticamente todos los dispositivos relacionados con los smartphones, comprendidos los cables, los auriculares y bases inalámbricas de recarga. Además, está fabricando productos para el hogar como aspiradoras robóticas bajo la marca Eufy.
“Pusimos mucho amor, y odio, en nuestros productos”, dijo Yang, refiriéndose al año de tedio que le llevó reducir la aspiradora robótica hasta 9.77 centímetros de altura para que pudiera entrar bajo los sillones.
Momento ideal
Mientras el fabricante de smarphones Xiaomi se prepara para una oferta pública inicial en Hong Kong, Yang calcula que el momento también podría ser oportuno para él.
Estudia la posibilidad de salir a bolsa en China, Japón, Hong Kong y Estados Unidos.
Si decide avanzar con eso, tendría por delante una tarea nada fácil. Desde principios de mayo, dos tercios de las 21 OPI tecnológicas chinas del último año están por debajo de su precio de emisión.
Xiaomi apuntaba a una impresionante valuación de 100 mil millones de dólares para su debut, pero ahora vislumbra entre 60 mil millones de dólares y 70 mil millones de dólares, mencionaron a Bloomberg personas con conocimiento del tema este mes.
Yang ha organizado varias rondas de financiamiento a lo largo de los años, y los inversores nuevamente golpean a su puerta. Jumei International, firma china de comercio electrónico en el rubro de belleza que cotiza en Estados Unidos, compró una participación de 60 por ciento en la división de alquiler de bancos de energía de Anker por 300 millones de yuanes.
Los ingresos de Anker aumentaron 56 por ciento en 2017 a 3 mil millones 900 mil de yuanes y las ganancias crecieron 9.9 por ciento a 356 millones de yuanes, según su informe anual. Tiene oficinas en Seattle, Dubái, Tokio, Shenzhen y Changsha, China, según su sitio web. Casi la mitad de sus ingresos proviene de los Estados Unidos pero las ventas en China se duplicaron el año pasado.
Al igual que muchas compañías chinas de tecnología, Anker apunta a la meta del presidente Xi Jinping de hacer del país un líder en el desarrollo de inteligencia artificial, y tiene un laboratorio para desarrollar reconocimiento facial para propósitos de seguridad.