El crecimiento de la actividad económica nacional en el primer trimestre del año se reflejó en todas las regiones del país, incluyendo el sur, contrastando con la tendencia negativa que había venido mostrando desde principios de 2016 derivado de la caída de la producción petrolera.
De acuerdo con el ‘Reporte sobre las Economías Regionales’ del Banco de México correspondiente al primer trimestre de este año, la región sur del país (integrada por Campeche, Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán) mostró un crecimiento de 0.45 por ciento trimestral, luego del estancamiento observado tres meses atrás y las caídas observadas durante los pasados años.
El desempeño de la región se atribuyó fundamentalmente a la evolución positiva de las actividades terciarias y, en especial, del comercio, así como al repunte de la construcción, las manufacturas y las actividades agropecuarias.
En este periodo, la producción manufacturera de la región creció 1.43 por ciento, sólo por debajo del centro-norte que creció 2.89 por ciento. La construcción creció 5.72 por ciento en el trimestre, incluso superando el promedio nacional de 2.80 por ciento, mientras que el sector agropecuario repuntó 3.52 por ciento frente al 0.18 por ciento del trimestre previo.
Los empresarios en la región sur vincularon el repunte en la producción manufacturera al incremento en las exportaciones de productos metálicos destinados al desarrollo de actividades de exploración, extracción y transporte de hidrocarburos en Estados Unidos, así como también la mayor demanda de polímeros para la fabricación de autopartes, un aumento en la actividad de la refinería de Salina Cruz y el mayor dinamismo en la industria alimentaria gracias a la reactivación del turismo.
En cuanto a la construcción, en la región sur se observó un mayor nivel de actividad como resultado de una mejoría tanto en el componente público, como en el privado.
Las perspectivas son favorables
Los empresarios entrevistados destacaron la reactivación del sector energético y el incremento en la demanda de productos agropecuarios en Estados Unidos como los dos principales factores externos que detonarán las exportaciones mexicanas a ese país, particularmente de productos metálicos, cítricos, frutas tropicales y azúcar.
Adicionalmente, prevén que la fortaleza del dólar y el crecimiento sostenido de la economía estadounidense mantendrán al turismo receptivo en niveles elevados.
Finalmente, las fuentes entrevistadas señalaron que el inicio en la operación de las Zonas Económicas Especiales mejorará las perspectivas de desarrollo en el sur del país, ya que estas atraerán nuevos flujos de inversión en sectores estratégicos.