- Salinas busca el control del PRI ante su derrota y orfandad
- Llamados a gobernadores para pedir apoyo a Claudia Ruiz
- René Juárez se retira y esperará la convocatoria para 2019
La peor situación de un partido político es la orfandad.
Y ahora, circunstancias de la humillación, la viven varios de ellos.
Pero dos son de escándalo: la rebatiña por Acción Nacional (PAN) y el pasmo insuperable del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Porque Movimiento Ciudadano (MC) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) viven su propia circunstancia.
El primero es propiedad de Dante Delgado y la traición de Enrique Alfaro lo deja en soledad para decidir qué hacer con él.
El perredismo, mientras tanto, depende del gusto -o imaginación si pretenden levantarlo de sus ruinas- de Los Chuchos, Jesús Ortega y Jesús Zambrano, más algunos leales si les quedan.
Pero el PRI y el PAN son otra cosa: aquél partido detenta una Presidencia de la república sumamente devaluada y éste es heredero de una ideología tan extraviada como el poder federal perdido hace seis años.
Y los dos, quién lo dijera, sufren el acecho de ambiciones endógenas y exógenas mientras se ocultan quienes les causaron su desgracia político/electoral presente.
LA OPERACIÓN CON GOBERNADORES
René Juárez Cisneros debe tener sus razones para dejar la presidencia del PRI.
Entregará el mando a Claudia Ruiz Massieu Salinas, hija del histórico Francisco Ruiz Massieu y sobrina de un ex presidente activo como no se la había sentido desde hace tiempo.
Carlos Salinas, me cuentan gobernadores tricolores, han recibido llamadas para pedir apoyo a fin de ratificar en la cúpula del partido a la todavía secretaria general.
-Por esa vía pretende tomar al PRI -reflexionan.
Mal signo para llenar el vacío de Juárez Cisneros, quien ante la incertidumbre prefiere coordinar a los futuros diputados priístas y esperar el momento de la elección democrática.
-Entonces veré si participo -ha de decirse quien ha ganado dos contiendas internas priístas (Acapulco y Guerrero) con todo en contra, y prefiere no dirigir el relevo del Comité Ejecutivo Nacional para no ser juez y parte como sí lo fue en el PAN el ahora vilipendiado Ricardo Anaya.
¡Ah, el PAN!
También mandatarios estatales panistas y dirigentes emecistas han recibido llamadas del nuevo amigo de Andrés Manuel López y antaño jefe de la mafia del poder para otear el futuro y diseñar una estrategia, un frente común, ante el nuevo régimen.
¿De verdad va por todos?
Más aún, ¿sabrá aglutinarlos para ser una oposición robusta y efectiva?
INDEPENDENCIA PRIÍSTA HASTA 2019
No separen de por vida a René Juárez Cisneros del PRI.
Se ha curtido en las lides internas cuando la moda ha sido abrir los procesos y dejar abierta la puerta a quien reúne algunos apoyos de la militancia, los sectores, el territorio.
En tiempos de Luis Donaldo Colosio y el José Francisco Ruiz Massieu en la gubernatura ganó la candidatura para presidente de Acapulco.
Desde la alcaldía y, contra pronóstico, se impuso hace 20 años a Manuel Añorve, Florencio Salazar, Guadalupe Gómez Maganda, Carlos Vega Memije y Porfirio Camarena.
Y con el PRI solo y un perredismo impulsado por Andrés Manuel López Obrador, venció en la constitucional a Félix Salgado Macedonio con 52.58 por ciento de los votos.
Pronóstico personal: esperará la convocatoria y estará en la lucha por la recuperación e independencia del partido en 2019.
La independencia hoy imposible porque hay un presidente priísta (Enrique Peña) y un ex presidente (Carlos Salinas) con influencia determinante.