En dos años, cerca del 55 por ciento de los pagos que se lleven a cabo sin efectivo se harán con tarjetas digitales, es decir, con ‘wallets’ o aplicaciones con la información bancaria del usuario precargada.
Según datos de Mastercard, actualmente, 75 por ciento de los pagos que no son con efectivo se hacen con tarjeta de crédito o débito de manera física y 25 por ciento de forma virtual.
“Todavía le vemos larga vida a la tarjeta, creemos que sigue siendo muy conveniente y mucho más segura. Sin embargo, la transformación digital y cómo interactuamos con los prestadores de servicios o comercios ha cambiado radicalmente. La curva de crecimiento de los pagos con tarjeta no presente es muy acelerada”, dijo en entrevista Eder Almeraz, director de Desarrollo de Productos e Innovaciones para México y Centroamérica de la firma.
Esta tendencia es alimentada por la amplia adopción de smartphones, el Internet de las cosas, las empresas Fintech, el comercio electrónico y los servicios de transporte y comida bajo demanda, señaló.
Pese a que es una tendencia al alza, 32 por ciento de los tarjetahabientes mexicanos no concretan la compra por desconfianza y sospecha de fraude, señala Mastercard.
Por lo anterior, reconoció Almeraz, el mayor desafío de las instituciones bancarias se centra en la ciberseguridad y en reducir la fricción entre los comercios y los medios digitales de pago. “(…) Es ahí donde estamos enfocados en prevenir o aumentar los métodos de prevención de fraude”, aseveró.