El número dos de la Santa Sede, el cardenal Pietro Parolin, recibió este viernes en el Vaticano por primera vez a representantes de organizaciones de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales (LGTB), quienes denunciaron la “criminalización” que padecen en todo el mundo, en particular en el Caribe.
“El cardenal Pietro Parolin ha recibido hoy en el Vaticano a un grupo de 50 personas comprometidas, de diversa manera, en contra de la criminalización de la homosexualidad”, confirmó en una nota el vocero del Vaticano, Alessandro Gisotti.
Durante el encuentro fue entregado un informe sobre la criminalización de las relaciones homosexuales en la región del Caribe, precisó el vaticano.
“Comenzó un diálogo con el Vaticano sobre ese tema y Parolin nos garantizó que continuará”, comentó por su parte en declaraciones a la prensa la parlamentaria inglesa Helena Ann Kennedy, entre los asistentes al encuentro.
Por su parte el cardenal Parolin, secretario de Estado, les confirmó la posición de la Iglesia católica “en defensa de la dignidad de toda persona humana y contra todo tipo de violencia”, precisó Gisotti.
El estudio entregado, realizado por el Instituto Interamericano de Derechos Humanos (IIDH), que será divulgado el próximo año, denuncia “graves violaciones de los derechos humanos” en al menos 10 países caribeños, entre ellos Belize y Jamaica, adelantó el argentino Leonardo Raznovich, representante del instituto, quien reside en esa región.
“No fue un encuentro formal. Esta audiencia se genera por un interés del Papa Francisco después de que se le pidió que interviniera. Quería entender más nuestro trabajo y la problemática de la criminalización en el Caribe y América Latina”, explicó.
“Este es el principio de un diálogo muy positivo y posiblemente se llegue en un futuro cercano a que la iglesia emita un comunicado importante”, aseguró.
El Vaticano indicó que el Papa argentino será informado del contenido del encuentro, pero no dio explicaciones sobre las razones por las que no recibió al grupo, entre ellos varios argentinos.
“Pedimos que la Iglesia católica, sobre todo aquella local, tenga una política única para este tema. Y el Papa está claramente contra la criminalización”, reconoció Raznovich.