Redacción
El presidente de EU, Donald Trump, amenazó este viernes con imponer una “penalización económica” a México por la entrada de drogas al territorio estadounidense y con imponer aranceles del 25% a los automóviles mexicanos si el país vecino deja de deportar a indocumentados en su frontera con Guatemala.
“Estoy pensando en imponer una penalización económica por los 500 mil millones de dólares en DROGAS ilegales que se envían y se trafican en México y a lo ancho de nuestra Frontera Sur. ¡Más de 100 mil estadounidenses mueren cada año, taaantas familias destruidas!”, escribió Trump en su cuenta oficial de Twitter.
Trump repitió el mismo mensaje poco después en declaraciones a los periodistas antes de despegar rumbo a la zona fronteriza de California, pero no ofreció más detalles.
La advertencia llega un día después de que Trump diera marcha atrás a su amenaza de cerrar la frontera esta misma semana, y dijera que, en cambio, dará a México un año de plazo para detener el flujo de drogas y controlar la migración hacia EU, o de lo contrario impondrá aranceles a sus automóviles.
Sin embargo, unas horas después de mencionar ese plazo de un año, Trump dejó abierta la posibilidad de gravar el comercio con México antes de que transcurra ese periodo.
El mandatario insistió este viernes en esa idea, al asegurar que todo dependerá de si México continúa haciendo el “muy buen” trabajo que ha hecho en la última semana, en alusión a la deportación de los inmigrantes indocumentados que llegan a su frontera con Guatemala con el objetivo de dirigirse hacia EU.
“Si por algún motivo México deja de detener y devolver a los ilegales a allá de donde vinieron, Estados Unidos se verá forzado a imponer aranceles del 25% a todos los automóviles fabricados en México y enviados aquí a través de la frontera”, tuiteó Trump.
“Si eso no funciona -aunque funcionará-, cerraré la frontera. Y esto sustituirá al T-MEC”, el renovado acuerdo comercial entre EU, México y Canadá, que está pendiente de ratificación, agregó.
Ese aviso respecto al T-MEC choca con la postura del Gobierno mexicano, que este jueves subrayó la necesidad de “mantener separados temas de migración y temas comerciales”.
En sus declaraciones a la prensa, Trump negó que hubiera “cambiado de opinión” respecto al cierre de la frontera y afirmó que todavía es posible que lo haga “en algún momento”, aunque añadió: “Prefiero ir por los aranceles”.
Si llega a imponer esos gravámenes a México, Trump pronosticó que su país “ganaría dinero”, a pesar de que muchas empresas fabrican componentes de automóvil a ambos lados de la frontera, y predijo que “probablemente esas compañías volverían a Estados Unidos”.
“Los aranceles funcionarán, igual que funcionaron con el acero. Nuestra industria del acero está muy bien ahora, gracias a lo que hice con los aranceles, y lo mismo ocurre con el aluminio”, recalcó.
Aunque no hay indicios de que el Gobierno mexicano haya cambiado su política migratoria en la última semana, Trump insistió en que el país vecino está deteniendo y deportando a indocumentados en su frontera sur “por primera vez en décadas”.
“En los últimos cuatro días, México lo ha hecho muy, muy bien (…). Nunca ha sido así en los últimos 35 años”, destacó Trump.