Los casos de infarto en personas en edad productiva, es decir de adultos de entre 30 y 60 años de edad, cada vez son más frecuentes en México y de hecho ya es una de las principales causas de muerte en ese sector de la población.
El cardiólogo Intervencionista y Secretario general de la Sociedad de Cardiología Intervencionista de México, Abel Pavía López, destacó en entrevista que en el país, al menos un 70 por ciento de los habitantes tiene un factor de riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular, y por ende de padecer un infarto.
Insistió en que lo más preocupante es que cada vez son más los casos de gente muy joven que se infarta y ve afectada su vida laboral y capacidad productiva.
Expuso que uno de los principales problemas es el consumo de alimentos con altos contenidos en colesterol.
“El 56 por ciento de los problemas cardiovasculares se le atribuyen al colesterol elevado, el cual es uno de los principales factores de riesgo, porque produce endurecimiento de las arterias (aterosclerosis)”, precisó.
En este sentido, reducir el colesterol LDL, que se conoce como el “colesterol malo” es de suma importancia para controlar la incidencia de enfermedades cardiovasculares a edades tempranas.
Los niveles de colesterol se miden en miligramos por decilitro (mg/dl) y hay una idea de que tener 200 mg/dl está dentro del rango “normal” cuando en realidad no es así, un rango normal para una persona arriba de los 30 años es de 130 mg/dl, por lo que tener niveles más altos puede representar un riesgo para la salud.
De igual modo, consideró necesario hacer cambios en materia de políticas de salud pública para la atención de infartos en el país, ya que actualmente existen reglas que ponen en desventaja a quien se ve afectado por un evento cardiovascular.
“Si tú eres derechohabiente del Instituto Mexicano del Seguro Social y te da un infarto, tienes que ser atendido en ese hospital aún en un hipotético caso de que estuvieras más cerca de una clínica del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del del Estado (Issste)”, explicó.
“Y ni hablar de que te atiendan en un hospital particular, por lo que muchas veces se pierde tiempo valioso para que la persona que sufre un infarto sea atendida como se debe y tenga más probabilidad de sobrevivir”, añadió.
Por eso, insistió en que en un país en donde las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en su población, deberían de establecerse mecanismos y leyes que permitan que las personas que sufran un infarto sean atendidas en el área de urgencias de cualquier hospital, por lo menos en los del sector público.