Redacción.
Asentado en una casona típica de la época de 1890 del pueblo de Cócorit, Sonora, el Museo de los Yaquis refleja a través de 11 salas permanentes la historia, cultura y costumbres de uno de los pueblos que guardan celosamente el uso de su lengua, sus tradiciones y su arraigo a la tierra.
El Museo de los Yaquis, anteriormente ubicado en Ciudad Obregón, donde permaneció por 23 años, fue trasladado a las actuales instalaciones en Cócorit, uno de los ocho pueblos tradicionales, con la visión de darle un giro total a la museografía y pasar de objetos reposados en vitrinas con largas explicaciones en fichas, a un concepto que muestra una cultura viva, a través de pantallas, imágenes pictóricas y esculturas, explica Enrique Espinoza Pinales, director del recinto.
Recuerda que desde hace 11 años el museo cambió el concepto y las funciones. A partir de entonces se inició con un largo y minucioso trabajo de investigación y documentación apoyado de un grupo interdisciplinario del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la Universidad Sonorense y universidades locales, quienes juegan un papel determinante al lado de promotores e investigadores yaquis.
“En esos 23 años que estuvo en Ciudad Obregón fue un museo escolar, con un concepto muy tradicional en donde todo lo que se exhibía era a través de vitrinas, de maniquís, incluso de maniquís comerciales de tiendas de ropa. Había demasiada información en las fichas técnicas, y por lo mismo no resultaba atractivo, se hacía muy pesado, sobre todo pensando en que el público era básicamente del sector educativo”, explica Espinoza Pinales.
Uno de los cambios fundamentales es que se apoya en las nuevas tecnologías para lograr un museo interactivo, exaltando una cultura realmente viva, característica prioritaria que lo distingue desde sus orígenes, ahora haciéndolo muy amigable y atractivo.
Explica el director del recinto que el público que los visita abarca todos los rangos de edad, desde preescolar, hasta estudiantes universitarios, desde turistas locales, familias enteras, hasta turistas nacionales y extranjeros.
La temática del museo es muy atractiva, en especial para los turistas que buscan guiadas, esta actividad se complementa con conferencias, coloquios, foros y atención para grupos escolares como charlas didácticas, cursos y talleres de una sola sesión o hasta los campamentos de verano.
Espinoza Pinales agrega que el trabajo que se hace, en especial entre niñas y niños, en su mayoría tiene que ver con la preservación de costumbres y tradiciones. A infantes de la etnia se les atiende en sesiones extraescolares de horas, además de trabajar con su lengua materna, hay música, danza y, a veces, otros contenidos como artes plásticas y visuales.
El museo tiene 13 salas, 11 destinadas a las exposiciones permanentes distribuidas por temáticas: cosmovisión, territorio, fiestas, danzas, formas de gobierno, vestimenta, vida cotidiana, medicina tradicional, historia. Luego hay tres salas lúdicas provistas de juegos tradicionales como lotería, memorama, rompecabezas, entre otros.
La última sala es temporal, se presentan exposiciones distintas cada dos o tres meses. La mayor parte de versan sobre temas de la cultura Yaqui, o de otras etnias de la región.
La mayoría de las exposiciones se generan a través de investigaciones meticulosas del museo, siempre apoyados con el planteamiento de los ciclos rituales de los yaquis, como día de muertos, semana santa, temas relacionados con la deportación, o con la revolución.
“Una vez al año se les abre las puertas de la sala temporal a los artistas yaquis, que de manera individual o colectiva exponen sus trabajos, todo siempre relacionado con la etnia”.
Renovación digital para el 2020
Enrique Espinoza Pinales adelanta que para 2020 se planea una renovación en el sentido de comunicación con el público, lo que implicará la creación de un micrositio o una red interna que permita, a través de dispositivos móviles, tener acceso a audios, textos y documentos que se puedan consultar como ensayos, artículos e incluso libros y música.
Se prevé que incluya cambios en el concepto museográfico para integrar más elementos visuales en la exposición permanente, donde se abrirán nuevos espacios en el patio y las salas tendrán nuevos elementos.
De acuerdo con datos de Enrique Espinoza, el Museo de los Yaqui, junto con el Museo Costumbrista de Álamos, son los más visitados de la zona norte, alrededor de cinco mil asistentes por semana, los cambios permitirán atender a una mayor diversidad de públicos, como turistas extranjeros que buscan que los audios estén en su propio idioma.
Para esta nueva reestructuración el museo contará con la participación de un grupo de investigadores y maestros de la Universidad Sonorense, INAH Sinaloa, así como docentes de las universidades locales, con quienes siempre se apoyan para eventos académicos.
El Museo de los Yaquis se encuentra abierto de martes a domingo de 9 a 18 horas. El costo de entrada es de $10.00 pesos adultos, $5.00 estudiantes y si se desea tomar fotografías el permiso cuesta $10.00. También puede visitar la página http://isc.gob.mx/devel/espacios/museo-de-los-yaquis/