Fabricantes chinos de juguetes para navidad, entre los afectados por la guerra comercial

Redacción.

Las fábricas chinas están ocupadas durante el tercer trimestre del año normalmente, produciendo de todo, desde muñecas Barbie hasta pequeños camiones, en tiempo para enviarlas por el océano a Estados Unidos ante la importante temporada de compras navideñas. Este año es diferente.

Incluso con el presidente Donald Trump retrasando los aranceles de 160 mil millones de dólares a juguetes y smartphones para evitar el boom navideño de los minoristas estadounidenses, el daño ya está hecho.

Esto se debe a que los grandes proveedores de juguetes como Walmart ya han llenado su inventario debido a la incertidumbre sobre cómo se desenvolverá la guerra comercial, de acuerdo con funcionarios de la industria.

“Estaremos entre los que se llevan la peor parte”, señaló Justin Yu, gerente de comercio exterior de Pinghu Mijia Child Product, una fabricante de automóviles de juguete y scooters para niños en Zhejiang, China. “La influencia es definitivamente enorme”.

Yu ahora planea encontrar nuevos clientes en Europa, Medio Oriente y África para compensar el déficit en EU. La compañía contempla reducir la importancia de Norteamérica en sus ingresos para evitar futuros golpes arancelarios.

Yu señaló que actualmente envía 25 millones de dólares en productos cada año a minoristas estadounidenses, incluidos Target y Walmart.

Los minoristas comenzaron a comprar frenéticamente hace un año, cuando las tensiones comerciales comenzaron a aumentar. El volumen de carga de envíos a América del Norte desde Asia aumentó 7.9 por ciento en la segunda mitad de 2018, según datos de Bloomberg. Este crecimiento se ha desacelerado significativamente este año, a solo 0.2 por ciento en el primer semestre, porque las bodegas estadounidenses estaban llenas.

Se divisa una continua desaceleración en el volumen de productos, las exportaciones de China a EU cayeron 6.5 por ciento en julio respecto al año anterior en términos de dólares.

Esto significa que los compradores estadounidenses probablemente verán menos artículos nuevos en las tiendas durante la temporada navideña, mientras las minoristas limitan las compras para reducir las existencias a niveles normales, indicó Rahul Kapoor, jefe de investigación y análisis de IHS Maritime & Trae en Singapur.

“No habrá estantes vacíos”, afirmó Kapoor. “El nivel de inventario es muy alto”.

A mediados de agosto, Trump pospuso el aumento a aranceles planificados para productos chinos como teléfonos inteligentes, computadoras portátiles y juguetes para niños hasta el 15 de diciembre desde el 1 de diciembre, fecha establecida antes, y apuntó que la demora se había hecho “para que no sea relevante en la temporada de compras navideñas”.

Sin embargo, solo 10 días después, golpeó al sector minorista con un nuevo anuncio: los nuevos gravámenes serán más altos de lo planeado inicialmente como represalia, luego de que China amenazara con imponer aranceles adicionales a los productos estadounidenses.

Yu, el gerente comercial de Zhejiang, afirmó que la demora en los aumentos de aranceles fue una noticia positiva, pero dado que el incremento entrará en vigor eventualmente, espera perder negocios. También espera que los clientes soliciten que los costos arancelarios más altos se dividan entre el comprador, el fabricante e intermediarios, lo que podría afectar los precios de los productores.

Otra industria afectada, el envío, está reduciendo su capacidad mientras el volumen se reduce. CMA CGM, la tercera compañía de contenedores más grande del mundo, retirará dos buques del servicio en Asia-Europa este mes. Orient Overseas Container Line, propiedad de la mayor compañía naviera de China, también detuvo algunos servicios a EU y Europa desde julio.

Adicional a estos problemas, la desaceleración del volumen ha reducido las tarifas de envío a un ritmo considerable. Las tarifas para mover la carga en las principales rutas comerciales han caído 7.4 por ciento este año, y las de Estados Unidos se han reducido un 26 por ciento, según el índice Dewry World Container.

“Esta temporada será un desafío”, dijo Um Kyung-a, analista de la industria naviera de Shinyoung Securities en Seúl. “Algunas compañías navieras probablemente no puedan cubrir sus costos”.

Otra preocupación es que la guerra comercial se extenderá hasta el próximo año, perjudicando el deseo de los consumidores de ir de compras.

El Fondo Monetario Internacional citó el mes pasado las tensiones comerciales como uno de los mayores riesgos para la economía mundial, y redujo su pronóstico de crecimiento para este año y el próximo, mientras que Goldman Sachs ha dicho que existe una creciente preocupación sobre que la guerra comercial desencadene una recesión en EU.

“El año que viene es mucho más preocupante del lado de la demanda”, indicó Kapoor. “Esto no desaparecerá fácilmente”.

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