En la Musiteca, que está por presentar la Fonoteca Nacional, un usuario en cualquier parte del mundo podrá tomar múltiples decisiones desde su celular, tableta o computadora. Podrá escuchar a Manuel M. Ponce tocando el piano o hablando de sus composiciones en una entrevista; seguir el video de un recital de la Orquesta Sinfónica Nacional; navegar en uno de los micrositios dedicados a grandes compositores; subir música; conocer partituras antiguas y contemporáneas; oír la voz de alguno de los grandes cantantes mexicanos de concierto; descubrir interpretaciones de la música tradicional que están en riesgo; leer las notas de prensa sobre un intérprete o integrar su playlist de música mexicana indígena, de concierto y tradicional.
A partir del 11 de septiembre, el público podrá descargar de manera gratuita esta aplicación llamada Musiteca, que desde hace dos años se desarrolla en la Fonoteca Nacional y que, bajo las múltiples opciones que ofrece el mundo digital, brindará a los usuarios la posibilidad de acceder al patrimonio musical mexicano de concierto, tradicional e indígena, además de la posibilidad de adentrarse a miles de archivos sonoros, audiovisuales, fotográficos, documentales y hemerográficos.
Se trata de la más compleja y mayor reunión de la música nacional; contiene archivos sonoros que van desde finales de siglo XIX hasta materiales recientes, así como información documental sobre composiciones que datan incluso de la Colonia.
Ernesto Velázquez Briseño, director de la Fonoteca Nacional, afirma que se trata de uno de los proyectos culturales más importantes en materia digital que se tienen desarrollados hasta ahora. Asegura que fue una iniciativa del ex secretario Rafael Tovar y de Teresa, y que desde la gestión de la doctora Lidia Camacho en la Fonoteca Nacional —hoy directora del Instituto Nacional de Bellas Artes— se inició este proyecto pensando en la necesidad de promover la música mexicana utilizando las nuevas tecnologías.
“Hace aproximadamente dos años inició el desarrollo del proyecto llamado Musiteca, que trata de albergar las obras de los mejores compositores y expresiones musicales de México”, comenta Velázquez.
Esta iniciativa, que está por concluir el equipo de la Fonoteca, irá en crecimiento en las tres áreas que ya contiene y, a futuro, se espera que no sólo incluya las músicas de concierto, tradicional e indígena, sino que esté ahí la música popular; para ello, la Fonoteca está en pláticas con la Sociedad de Autores y Compositores (SACM).
“Hemos tenido la compañía, solidaridad y participación de la Sociedad de Autores y Compositores de México. El maestro Roberto Cantoral y el maestro Armando Manzanero han sido los más entusiastas con un proyecto que obviamente coincide con las tareas de la Sociedad, que es la promoción de la música mexicana. No tiene todavía la parte de música popular porque esa hay que desarrollarla con más cuidado por el tema de los derechos de autor involucrados. Pero la tendrá poco a poco gracias al acompañamiento de la SACM”, asegura.
La tecnología es la que marcará una experiencia muy distinta para cada usuario que podrá elegir qué escuchar a partir de la búsqueda de un nombre, un tipo de música, una colección, un tipo de documento.
El proyecto de la Musiteca será modelo para el resto de Iberoamérica: “Durante la reciente reunión de 13 países del Programa Ibermemoria Sonora y Audiovisual —la Fonoteca Nacional preside este programa de cooperación iberoamericano, del que he sido ratificado como presidente por dos años más—, los representantes de estos países se dieron cuenta de que esta es una manera extraordinariamente amable para promover la riqueza musical de nuestros países. De tal suerte que se decidió que el modelo de la Musitecamexicana se trate de exportar para hacer la MusitecaIberoamericana. Si lo logramos, en un trabajo que será enorme, va a ser fantástico que puedas consultar no sólo sobre Manuel M. Ponce, sino también sobre Villalobos en Brasil”.
Cuando se accede a la aplicación, el usuario —dice como ejemplo Ernesto Velázquez— podrá tener toda la biografía o una semblanza de Manuel M. Ponce, pero también una muestra muy representativa de su trabajo, la ejecución de sus obras, convertirlo en su propio playlist, relacionarlo con otros archivos, ver la iconografía, consultar las partituras, ver incluso notas de prensa acerca de él. “Ha sido todo un desarrollo complicado. Es una clasificación que permite la búsqueda cruzada. Es una arquitectura compleja en su funcionalidad informática, pero está prácticamente lista para ser lanzada justo en el mes patrio”.
Las opciones. La Musiteca contiene música, documentos, colecciones y micrositios. La música se divide en concierto, indígena y tradicional; la primera se refiere a obras compuestas desde la época colonial hasta el siglo XXI; la segunda, a las piezas creadas o ejecutadas por diversas culturas indígenas de México; y la tradicional es un panorama de la música de las diversas regiones del país. Otra de sus opciones es la de los grandes intérpretes mexicanos de temas de concierto, donde se podrán encontrar cantantes, instrumentistas, directores y orquestas.
El siguiente campo es el de grandes conciertos en México, con intérpretes nacionales e internacionales.
Muchos de los acervos —resalta Ernesto Velázquez— incorporan videos: “Si quieres puedes ver a la Sinfónica Nacional grabada por el Canal 22, o a la Orquesta Filarmónica de la UNAM en la sala Nezahualcóyotl”.
Tiene a su vez cerca de 20 micrositios, cada uno dedicado a los grandes compositores de música de concierto. “Trata de hacer un recorrido por la obra de Revueltas, los grandes compositores de música de concierto, incorporando una gran cantidad de iconografía, ejecución de sus piezas”. Estos micrositios estarán dedicados a compositores como Aniceto Ortega, Candelario Huízar, Cenobio Paniagua, Ernesto Elorduy, Ignacio Jerusalem, Jaime Nunó, José Pablo Moncayo, José Rolón y Juan Gutiérrez de Padilla.
También habrá espacios dedicados a Julio Ituarte, Manuel M. Ponce, Mariano Elízaga, Melesio Morales, Ricardo Castro y Salvador Moreno, entre otros. Aquí Ernesto Velázquez reconoce que también deben hacerse micrositios de músicos tradicionales e indígenas, y que en todo caso aún falta incluir a grandes figuras, como Eugenio Toussaint. La idea es que no sólo se llegue a contar con el acervo popular, sino que estos otros tres que existen sigan incrementándose.
Velázquez destaca que en la Musiteca se incluyó una buena cantidad de expresiones y muestras de música indígena y tradicional: “De culturas mixteca, maya, náhuatl, yaqui, y eso lleva al conocimiento de los instrumentos musicales. Vale decir que el acervo más antiguo de la Fonoteca Nacional es el que se hizo en 1896 de ‘Cantos Huicholes’, uno de los más grandes tesoros; y si el acervo más antiguo que tenemos es un canto huichol, lo mínimo era dedicar un gran espacio a la riqueza de las culturas indígenas. De la música tradicional se incluyen bandas mixes, música de Morelos, registros tradicionales de Jalisco, de mariachis que todavía eran sin trompeta, ejemplos de bambuco y mucho más”.
La Musiteca, que coordina la maestra Margarita Sosa, ha sido desarrollada por varios investigadores de la propia Fonoteca Nacional, entre ellos Theo Hernández. La base para la investigación y desarrollo de Musiteca es la colección de la Fonoteca que cuenta con más de 500 mil acervos sonoros, dice el director, de los cuales 153 mil, aproximadamente, han sido digitalizados. La investigación también se basa en colecciones de otros fondos, y el usuario podrá interactuar con éstas.
Se trata de las colecciones del Centro Nacional de las Artes, Culturas Populares, Cenidim, INBA, FONCA, Sistema Nacional de Fomento Musical, INAH, Festival Cervanitno, Canal 22 y la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas. Otra de las instituciones cuyos acervos se han incluido es el Archivo General de la Nación, que posee partituras históricas.