LUCIÉRNAGAS, LA AVENTURA DE LUZ  

  • Entre julio y agosto, los bosques de Nanacamilpa se convierten en escenario de una danza luminiscente que forma parte del ritual de reproducción.

Redacción

Han pasado varias horas desde la llegada de decenas de turistas a los bosques de Nanacamilpa, Tlaxcala. El día fue lluvioso, frío, y la oscuridad de la noche por fin se hace presente para dar paso a un momento mágico que solo la naturaleza es capaz de ofrecer.

Niños y adultos han llegado de diversos puntos del país y del mundo para ser testigos del avistamiento de las luciérnagas que durante los meses de julio y agosto entregan un espectáculo de luces inigualable, y que forma parte del cortejo que realizan para encontrar pareja y cumplir con su proceso de reproducción.

Una vez que la luz del día se ha desvanecido y la oscuridad invade el bosque, los visitantes se alistan para recorrer los senderos y adentrarse en la naturaleza. Los integrantes más pequeños de las familias tienen prisa por conocer a los diminutos insectos que son capaces de emanar luz de sus cuerpos y que, hasta el momento, solo han visto en videos o fotografías.

Cada grupo, con su respectivo guía, está listo para emprender una maravillosa experiencia de contacto con la naturaleza. Al avanzar, poco a poco, pequeñas luces intermitentes se hacen presentes, una tras otra y cada vez más, pero solo es el comienzo de lo que realmente verán.

Unos minutos después, y con tan solo la luz que ofrece la luna en medio de tanta oscuridad en lo profundo del bosque, se pueden observar millones de luciérnagas inundando el cielo y los árboles de Nanacamilpa.

Son innumerables las luces que aparecen y deslumbran a los ojos de quienes las observan; en ese momento, los kilómetros recorridos para llegar a Tlaxcala, vuelos, lluvia, frío y cansancio desaparecen, porque todo ha valido la pena al ser testigos de tan mágico momento.

Se ha creado un ambiente especial. Ante la mirada atónita de los espectadores, se siente por completo el contacto con la naturaleza, al observar la danza de amor que realizan las luciérnagas para encontrar una pareja y que es determinada por la luminiscencia, es lo que crea este mágico escenario.

Ha transcurrido cerca de una hora y las luces que llenaron de magia el bosque se desvanecen como señal de que el proceso ha concluido; millones de luciérnagas inician un nuevo ciclo de vida, ya que al encontrar a su pareja se ocultan y apagan su luz para llevar a cabo el proceso de reproducción.

Con la experiencia que le han dejado varios años de trabajo, Mauricio García, guía de turistas, enfatizó que la parte más importante al llegar al punto de avistamiento es dejar que los turistas observen y disfruten del momento que ofrece la naturaleza.

Las luciérnagas que esta noche no encontraron esa paridad y luz que les atrajera para formar una nueva generación de insectos luminosos, esperarán hasta que caiga la oscuridad del siguiente día.

Al finalizar el avistamiento, Norma Barrón, turista de la Ciudad de México, y María, originaria de Querétaro, afirmaron que la experiencia de estar en contacto con la naturaleza y conocer de cerca a las luciérnagas solo se puede encontrar en los bosques de Nanacamilpa.

“Estoy impresionada del nivel de la experiencia que vivimos; a veces pensamos que en México no hay oportunidad de ver cosas tan exclusivas y tan bonitas, es un orgullo saber que esto hay en el país”, subrayó María, quien visitó el Santuario acompañada por amigos que viajaron desde Canadá para conocer el espectáculo de luces.

Para complementar esta experiencia se creó la Sala Interactiva de la Luciérnaga, en el centro de Nanacamilpa, donde se explica la reproducción y ciclo de vida de este insecto, lo que da a los visitantes una idea general de lo que observan.

Detrás de este espectáculo hay un proceso biológico que explicó el biólogo Miguel Iglesias Gutiérrez, responsable técnico en vida silvestre, del Centro Ecoturístico Piedra Canteada.

“El ciclo de vida de las luciérnagas es de dos años y se compone por tres etapas: la primera dura tan solo 40 días, como huevecillos; el periodo más largo de su vida es el de larvas, este es de aproximadamente de un año nueve meses en el que se alimentan de gusanos y caracoles; la tercera y última etapa se lleva a cabo en tan solo 15 días, cuando pasan de pupa a la fase adulta, ahora están listos para iniciar nuevamente este ciclo”, explicó el especialista.

La zona boscosa de Nanacamilpa ofrece las condiciones de humedad idóneas para el crecimiento y reproducción de esta especie, y lo que hace especial a este Santuario es que es el único lugar en el país que reúne una gran cantidad de luciérnagas.

El bosque de Tlaxcala es el único que ha sido declarado “Santuario de las Luciérnagas” –señaló Miguel Iglesias-, aunque el estado de Veracruz también cuenta con las condiciones climatológicas para su desarrollo, se presentan en menor cantidad; mientras que, a nivel internacional, solo en Nueva Zelanda existe un lugar similar.

Actualmente existen 24 centros de avistamiento certificados por la Secretaría de Turismo Federal, señaló Juan José Morales Pérez, Presidente de la Sociedad Solidaridad Piedra Canteada, por lo que la recomendación para los visitantes es acudir a los centros autorizados por cuestiones de seguridad y conservación del entorno natural.

El periodo de avistamiento de las luciérnagas continuará hasta la primera semana del mes de agosto, por lo que los interesados en admirar este espectáculo pueden solicitar informes en la Secretaría de Turismo del Estado, ubicada en avenida Juárez, esquina con Lardizábal, número 18, Colonia Centro, o comunicarse al número telefónico 01 800 509 65 57. También pueden consultar la página www.visitatlaxcala.com.

 

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