Arqueólogos israelíes han descubierto un taller de producción de vasijas de piedra con 2 mil años de antigüedad en Galilea, en el que se fabricaban recipientes similares al que usó Jesús para convertir el agua en vino según narra el Evangelio de San Juan.
“El hecho de que los judíos en este momento usaran vasijas de piedra por razones religiosas está bien documentado en las fuentes talmúdicas y en el Nuevo Testamento”, explicó hoy Yardena Alexandre, arqueóloga del Instituto de Antigüedades de Israel, que destaca el material utilizado por su carácter ritual.
La vajilla diaria se fabricaba con cerámica durante la era romana, material que los judíos consideraban impuro y no apropiado para rituales de purificación por su posibilidad de rotura, por lo que empezaron a fabricar utensilios con piedra.
“Es posible que los grandes recipientes de piedra del tipo mencionado en la boda de Caná de Galilea fueran producidos localmente”, añadió sobre este hallazgo que “proporciona una evidencia fascinante del lugar central de la pureza ritual en la vida cotidiana de los judíos galileos durante el tiempo de Jesús”.
Las excavaciones comenzaron tras los hallazgos durante los trabajos de construcción de un centro deportivo municipal en la localidad de Reina y, según los expertos, apuntan a que los residentes de esta zona hace 2 mil años seguía “escrupulosamente” las normas judías.
“La observancia de estas leyes de pureza fue generalizada no sólo en Jerusalén, sino también en toda Judea y Galilea al menos hasta la rebelión de Bar Kojba (contra el Impero romano), que terminó en el 135”, precisó Yonatan Adler, director de las excavaciones.