Sospecha de opacidad al interior del órgano garante de transparencia en Tlaxcala

Georgina Ballesteros

La obtusa actitud de Marlene Alonso Meneses, Comisionada Presidenta del Instituto de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales del Estado de Tlaxcala (IAIP), en el momento de contratar servicios para la remodelación del edificio que alberga al órgano garante de la transparencia en las instituciones públicas del estado, hace que se sospeche del mal manejo de recursos al interior de este organismo.

La duda se acrecienta cuando Alonso Meneses, quien se asume como la administradora absoluta de los recursos materiales y humanos del Instituto, adquiere insumos para el trabajo interno y diario del organismo sin transparentar el nombre de los proveedores.

Y la incertidumbre al interior del mismo IAIP aumenta, cuando trasciende que la Comisionada Presidenta Marlene Alonso se ha negado, hasta la fecha, a crear el comité de adquisiciones del propio instituto comprando y adquiriendo de manera arbitraria servicios y materiales para el propio organismo.

Incluso, se habla que de manera un tanto sospechosa, la Comisionada Presidenta, respaldada por el Director de Desarrollo Administrativo, Mario Cisneros Cruz, procura no sobrepasar los precios de las materiales que se adquieren ni los costos de las remodelaciones que se hacen al interior de las instalaciones para no infringir la ley.

Pero crea suspicacia que siempre sea el mismo personal y la misma empresa la que haga los trabajos de adecuación del edificio, tales como el de la construcción de un domo, el cambio de iluminación de todo el edificio o la instalación de cámaras de vigilancia al interior del inmueble que alberga las oficinas del Instituto.

Esta falta de transparencia que aducen al interior del Instituto, abre una vez más la sospecha de supuestos conflictos que existen al interior del órgano garante de la transparencia, debido en gran parte al carácter totalitario que ha intentado mostrar Marlene Alonso desde que asumió la presidencia del organismo.

Quien al parecer, en todo momento ha acusado a sus compañeros comisionados, David Cabrera y Francisco Morones, de lo que pasa en el Instituto, lo que ha provocado que en los medios de comunicación se ventilen los supuestos problemas internos del instituto que aparentemente son provocados por la propia presidenta.

Esta situación, hace recordar lo que al principio de la administración de Marlene Alonso se ventiló: que la presidenta carecía de carácter y que en el ánimo de poner orden al interior del organismo se ha asesorado de su exjefe y amigo, Francisco Mena, y ha buscado el apoyo de consultores en comunicación.

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