La tormenta Harvey perturba a la industria petrolera de Estados Unidos pese a que los stocks de crudo son más que suficientes como para reducir el impacto a corto plazo, dijeron este lunes analistas.
La capacidad productiva se redujo en cerca de 1 millón de barriles por día, lo que significa el 11 por ciento de la producción total de Estados Unidos, según las estimaciones de Goldman Sachs.
La costa de Texas, que concentra un tercio de la capacidad de refinación de Estados Unidos, está impactada desde el viernes por Harvey que para entonces era un huracán y que el sábado fue degradado a tormenta tropical.
Por precaución, fueron evacuadas 105 de las 737 plataformas de producción del Golfo de México, lo cual significa el 14.25 por ciento de las instalaciones petroleras de esa región, según datos del Gobierno de Estados Unidos. La producción del Golfo de México es el 20 por ciento del total de Estados Unidos.
Estados Unidos es el mayor exportador neto de combustible del mundo y la mayoría de esos envíos salen desde puertos de Texas y Louisiana. Harvey cerró los terminales de Corpus Christi y Houston en Texas, los principales para combustible.
Las lluvias de Harvey son torrenciales y el diluvio alcanzará su máximo el miércoles o jueves, lo cual compromete la reapertura de las refinerías.
“Se ha detenido el 21.64 por ciento de la producción actual del Golfo de México”, habían informado el domingo las autoridades. Asimismo, se suspendió la producción de 25.71 por ciento de gas natural.
“La información sobre la amplitud de los daños causados a las infraestructuras petroleras y gasíferas sigue siendo limitada”, dijeron analistas del banco Goldman Sachs. “Los problemas son mayores en la refinación que en la producción”, explicaron.
Estimaron que al día domingo el 16.5 por ciento de la capacidad total de refinación de Estados Unidos estaba siendo afectada.
Otros expertos creen que más refinerías podrían cerrar en los próximos días debido a que la tormenta avanza muy despacio.
Advirtieron que en los próximos días, Harvey podría afectar la producción en tierra en la cuenca de Eagle Ford.
Sin embargo, la Agencia Internacional de Energía (AIE) dijo el lunes que por ahora no era necesario liberar combustible de los inventarios de emergencia para compensar la interrupción de suministro causada por el huracán Harvey, porque los mercados globales de petróleo estaban bien abastecidos.
Agregó que estaba monitorizando de cerca la tormenta y que estaría lista para afrontar interrupciones graves de suministro de petróleo a través de su sistema de respuesta de emergencia. La agencia coordina las entregas de combustible de emergencia cuando desastres naturales o una guerra interrumpen el suministro mundial de energía.
Aun cuando los stocks petroleros estadounidenses son altos, “a corto plazo podría haber problemas con la gasolina y el aceite”, dijo el analista James Williams.
La mayoría de las refinerías podrían normalizar su producción una o dos semanas después de terminadas las lluvias pero otras aprovecharán para anticipar los trabajos de mantenimiento que suelen realizar en el otoño (boreal), explicó Williams.