Ofrendas tributo a la muerte en Tlaxcala

  • El día de muertos se celebra de manera especial en cada uno de los 60 municipios de la entidad, con altares dedicados a sus fieles difuntos, tumbas enfloradas, mole y demás variedad de platillos, dulces y las tradicionales hojaldras y carretones, entre muchos otros elementos de las ofrendas tlaxcaltecas.

Rubén Hernández

El día de muertos en Tlaxcala se celebra de manera especial en cada uno de sus 60 municipios, en cada una de las casas de estas familias hay altares dedicados a los fieles difuntos, a sus seres queridos que ya fallecieron y que un ritual anual festejan con ellos, con mariachis y música en sus tumbas los panteones se ven repletos de flores, que lucen como en las ofrendas de cada uno de los hogares con velas, veladoras, incienso y comida, desde mole hasta la gran variedad de platillos, dulces típicos y las tradicionales hojaldras y carretones, entre muchos otros elementos que caracterizan al 1 y 2 de noviembre cada año.

En los campos del sur del estado como Tepeyanco, Huactzinco y Papalotla, la cosecha de cempasúchil fue agilizada para llegar a los mercados y ofertarla para la venta local y regional en Puebla y Tlaxcala.

Cempasúchil, la flor de muerto…

Así, decenas de productores de flor de muerto o cempasúchil trabajaron en estos municipios para llevar este tradicional elemento las ofrendas en  estos hogares.

A decir del titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), Jaime Garza Elizondo, en Tlaxcala se sembraron alrededor de 50 hectáreas de flor de cempasúchil, para la celebración del día de muertos.

La mayoría de este producto fue de consumo interno, pero también para exportarlo a mercados cercamos como la ciudad de Puebla.

En tanto los precios base fueron de entre 20 y 30 pesos un rollo de esta flor, sin embargo durante los días más importantes estos costos se incrementaron hasta 5 o 10 veces más por la demanda.

Asimismo, en la entidad existieron cultivos de traspatio en las comunidades de estos municipios, donde las propias familias plantaron esta flor para sus propias ofrendas.

En la capital de la entidad, los comerciantes del mercado municipal “Emilio Sánchez Piedras”, refirieron que además del cempasúchil el consumo por temporada fue de flores como la nube y el terciopelo.

En cuanto a las ofrendas cada municipio tiene sus características y tradiciones especiales, así cada familia mantiene los elementos básicos como las hojaldras (pan de muerto), carretones o pezuñas, como en cada región le dicen al pan de sal en esta temporada de muertos, las flores de cempasúchil, el incienso, los platillos típicos como el mole de guajolote y comidas que le gustaban a sus fieles difuntos, además de bebidas, dulces típicos, entre otros elementos de estos altares.

Existen arcos y caminos de flores para guiar a sus difuntos, se enfloran las tumbas, se lleva música y hasta mariachis a los panteones, hay fiesta en estos lugares e incluso hay quienes como en Ixtenco y la zona oriente del estado, velan estas criptas.

Pero todos en general mantienen ese ambiente festivo por el día de muertos y de los fieles difuntos, por lo que el 1 y 2 de noviembre, se convierte en una celebración tradicional en Tlaxcala.

Tan es así, que los gobiernos municipales y del estado realizan concursos de ofrendas para premiar los mejores trabajos y difundir y preservar las costumbres y tradiciones de la entidad.

Así, hablar de la muerte en Tlaxcala es hablar de la mezcla de creencias religiosas, prehispánicas y católicas, del sincretismo de esta evangelización y la conquista espiritual, de los rituales franciscanos y precolombinos, toda esta cultura se preserva y mantiene hasta este siglo XXI en la entidad.

Finalmente, cada familia mantiene vivas sus costumbres, creencias y tradiciones y comparte con sus fieles difuntos un poco del cariño que en vida les tuvieron.

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