El Telescopio Espacial James Webb (JWST, por sus siglas en inglés), será lanzado al espacio para marzo o junio de 2019, entre sus objetivos se encuentran: Júpiter, moléculas orgánicas en nubes de formación estelar y “galaxias bebé” en el Universo lejano.
Los datos recabados en esta primera etapa por el telescopio de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA), Agencia Espacial Europea (ESA) y Agencia Espacial Canadiense (CSA), se publicarán de inmediato una vez que empiece a observar el cosmos.
Entre más de cien propuestas y luego de un competitivo proceso de selección con revisión por pares entre la comunidad astronómica, fueron elegidos trece programas de “publicación temprana”.
Los científicos prevén que la misión de Webb dure un mínimo decinco años, tiempo suficiente para estudiar el Universo más allá de las capacidades de su precursor, el telescopio espacial Hubble.
A dichos proyectos se les asignó cerca de 500 horas de observación, así como el uso de los cuatro avanzados instrumentos científicos del telescopio, explicó en su página de Internet la ESA.
De acuerdo con la agencia espacial europea, la pronta publicación de los datos, demostrará el potencial del observatorio y permitirá a los astrónomos planificar de mejor manera las observaciones de seguimiento.
“Los programas no sólo proporcionarán ciencia de gran nivel, también constituirán un recurso único para demostrar las capacidades investigadoras del observatorio a la comunidad científica mundial”, dijo el director del Instituto de Ciencia sobre Telescopios Espaciales (STScI) de Baltimore, Ken Sembach.
Por su parte, el director de Ciencia de la ESA, Álvaro Giménez, destacó que JWST revolucionará la comprensión del Universo y los resultados procedentes de las primeras observaciones serán el comienzo de una nueva era de la astronomía.
Entre los objetivos del JWST destacan la detección de las primeras galaxias en el Universo, así como el seguimiento de su evolución en el tiempo cósmico, lo cual incluye la “ponderación” de los agujeros negros supermasivos que se encuentran en su centro.
El telescopio también observará el nacimiento de nuevas estrellas y sus sistemas planetarios. Además, estudiará planetas de nuestro Sistema Solar y alrededor de otros cuerpos celestes que brillan con luz propia a fin de entender la vida en la Tierra.
La ESA destacó que Webb podrá analizar la composición de las atmósferas de los exoplanetas, lo que dará cuenta de su potencial habitabilidad.
Para ello, los astrónomos empezarán la observación de mundos gaseosos del tamaño de Júpiter, lo que sentará las bases para luego estudiar supertierras de menor tamaño.