Por reinstalación a su trabajo, maestra inicia huelga de hambre

  • La justificación del departamento jurídico de la SEPE fue el cambio de domicilio de la escuela primaria

Isabel Miranda

En demanda de su reinstalación a su centro de trabajo por despido injustificado, la maestra de nivel primaria, Magdalena Piscil Baleón inició una huelga de hambre frente a Palacio de Gobierno en Tlaxcala.

Con pancartas en mano, la docente explicó que el 13 de julio de 2014 se le dio a conocer su baja, desde entonces comenzó una lucha legal para recuperar su puesto en el cuarto grado de la primaria “Josefa Ortiz de Domínguez”, de la población de San Lorenzo Tlacualoyan, municipio de Yauhquemehcan.

Relató que fue agredida físicamente por un grupo de padres de familia al interior del centro educativo, y resultó con lesiones cervicales que la mantuvieron alejada de las aulas por un mes y medio, aún y cuando tuvo incapacidad por el Issste esta no le fue validada por la Jefatura del Departamento de Primarias de la Secretaría de Educación Pública del Estado (SEPE).

Casi de inmediato fue daba de baja con el argumento que no asistió a laborar durante ese tiempo, así que promovió su demanda laboral ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje (JLCyA), que resultó a su favor el pasado 12 de abril de 2016, pero en tres ocasiones el área jurídica se ha negado a su reinstalación.

Magdalena Piscil comentó que después de 29 años laborando en el sector educativo ha sido objeto de una injusticia, pues en junio de 2017 la Junta dio la primera instrucción de su reinstalación que no se cumplió, después sucedió lo mismo en agosto de ese mismo año.

Y este lunes ocho de enero tampoco se ejecutó por el representante legal de la SEPE, Edgar Martínez Rojas, cuya justificación se basó en que el domicilio la primaria no era el mismo, pues en el pasado se manejó “domicilio desconocido” pero ahora ya cuenta con número.

Incluso, dijo que se le quiere promover su proceso de jubilación, pero ella quiere regresar a laborar, ya que desde esa época no ha percibido ninguna remuneración salarial y sus condiciones de vida son precarias.

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