Tras su paso por la Mercedes-Benz Fashion Week de Madrid en septiembre de 2017, Lindsay Lohan demostró que ha cambiado radicalmente su vida y que los excesos han quedado atrás.
Luego de esos días de desconexión, la aclamada ex estrella de Disney volvió a Londres e hizo sus maletas para comenzar de cero y olvidar sus días en Los Ángeles y Nueva York. Su nueva ciudad es Dubai, donde trabaja en algunos proyectos lejos de la pantalla grande.
“Ahora no tengo que abrir y cerrar maletas, o vivir en hoteles solo con lo que pueda llevar en mis bolsas. Ahora todo está donde debería”, explicó en entrevista con la revista W.
“Resulta muy gratificante para tu mente, y eso es justo lo que necesitaba, aunque me llevara un tiempo decidirme a hacerlo. Mi madre toleró lo suficiente tener todas mis cajas en su casa. Y sí que me gustaría tener algún sitio en Nueva York que fuera mío, y desde luego es una posibilidad que me plantearé en el futuro, pero por el momento estoy bien donde estoy”, agregó.
Después de años viviendo de los excesos, la actriz de 31 años decidió alejarse lo suficiente de Hollywood para priorizar la tranquilidad y la paz interior. “Allí encuentro cierta calma o al menos la sensación de tenerla. No hay paparazzi ni cámaras, y eso es algo muy importante para mí”,
En conjunto con su cambio de ciudad, decidió eliminar varias fotos de su cuenta de Instagram. El giro en su vida se da luego de que en 2016 se difundiera un video en el que aparecía siendo agredida por su ex novio, el millonario ruso Egor Tarabasov.
Tras ello, fue la misma Lohan quien compartió imágenes de su dedo fracturado producto de la agresión.