Estados Unidos dominará los mercados petroleros globales en los próximos años y satisfará el 80 por ciento del crecimiento de la demanda global hasta 2020 en tanto el auge del esquisto presiona a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), explicó la Agencia Internacional de Energía (AIE).
“Estados Unidos se apresta a poner su sello en los mercados petroleros globales durante los próximos cinco años”, dijo el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol, en un reporte publicado este lunes.
Los rivales de OPEP en ascenso, entre los que se cuentan Brasil y Canadá, dejarán poco espacio para que el cártel crezca aun después de que sus reducciones en la producción expiren el año próximo.
La OPEP ha cosechado éxitos y desafía a los escépticos profundizando sus reducciones prometidas y manteniéndolas el tiempo suficiente como para disminuir las abultadas existencias de petróleo. Sin embargo, la consiguiente recuperación de los precios “desató una nueva ola de crecimiento de Estados Unidos”, detalló la AIE, con sede en París, que asesora a la mayoría de las grandes economías del mundo.
Gracias al auge del esquisto, el nuevo suministro estadounidense cubrirá más de la mitad del crecimiento de la demanda mundial de petróleo hasta 2023, precisó la agencia.
La producción de la prolífica Cuenca Pérmica se duplicará durante ese período y la producción total de hidrocarburos líquidos del país crecerá hasta 17 millones de barriles diarios, frente a 13.2 millones el año pasado.
Este pronóstico alcista marca el inicio de la conferencia anual CERAWeek, una reunión de miles de ejecutivos, operadores, banqueros e inversores del área petrolera en Houston.
El avance estadounidense y una perspectiva levemente más floja para el crecimiento de la demanda global constituyen un indicador incómodo para la OPEP.
La AIE recortó las proyecciones para la cantidad de crudo que se necesita del cártel, lo cual indica que las reducciones de su suministro deberían mantenerse hasta 2021 para no crear otro excedente prolongado.
Más cerca de 2023, los mercados mundiales comenzarán a ajustarse y la AIE advirtió que se necesita una mayor inversión para satisfacer el crecimiento del consumo y para compensar la pérdida de producción a raíz de disminuciones naturales.
La OPEP tendrá dificultades para iniciar nueva producción propia. La perspectiva a cinco años de la AIE correspondiente a capacidad productiva nueva del grupo se rebajó un 62 por ciento respecto del informe anterior.
El grupo sumará 750 mil barriles diarios para 2023, apenas 2.1 por ciento, en tanto los aumentos en Irán e Irak se ven neutralizados por Venezuela, con problemas a nivel económico, cuya capacidad se desplomará hasta su nivel más bajo desde la década de 1940.
Existe el riesgo de que la industria más amplia también se quede corta a raíz de la caída sin precedente en el gasto de 2015 a 2016 y de los escasos signos de un repunte en los dos años siguientes, detalló la AIE.
Es imprescindible una inversión constante ya que el mundo pierde alrededor de 3 millones de barriles de producción cada año, cifra equivalente a la producción del Mar del Norte, debido a que los yacimientos petrolíferos envejecen y disminuye la presión de los depósitos.