Teléfono Rojo

 

  • La PGR como garrote electoral en tiempos del PAN
  • Persecuciones y derrotas de Zamora y Hank Rhon
  • La división panista en Yucatán fortalece a Morena

 

 

Hoy Ricardo Anaya acusa persecución.

 

Ve a la Procuraduría General de la República (PGR) como garrote político a partir de su enriquecimiento con probables operaciones sospechosas y no explicadas y menos justificadas por él.

 

El queretano ha sido involucrado no por la PGR y menos por su titular interino Alberto Elías Beltrán –hasta hoy no ratificado por el Senado de la República-, sino por testigos de negocios oscuros.

 

Según su dicho, actuaron por instrucciones de Anaya con la intervención de la empresa Manhattan Master Plan Development, S. R. L. de C. V., empresa dedicada a lavar dinero.

 

Por ello el Sistema de Administración Tributaria (SAT) de Osvaldo Santín la declaró fantasma, pues carece de infraestructura –personal, instalaciones, contabilidad, etcétera- a pesar de hacer operaciones por 54 millones de pesos, como los entregados a Anaya.

 

Otras firmas, al decir de malquerientes del candidato de Por México al Frente, han aparecido en esquemas similares y en sus negocios están involucrados tanto él como empresarios cercanos.

 

Hasta ahora la PGR solamente ha llamado a Manuel Barreiro, amigo y dueño de al menos tres empresas involucradas en la investigación.

 

Sólo al concluir ésta y otras más se sabrá si hay elementos para indiciar a Anaya o si todo son presunciones sin implicarlo en operaciones ilícitas graves como lavado de dinero.

 

 

PERSECUCIONES A ZAMORA Y HANK RHON

 

 

Pero la PGR sí ha sido usada como garrote electoral.

 

Ciñámonos a dos casos, ambos con el Partido Acción Nacional (PAN) en el gobierno federal y los dos en contra de militantes priístas cuando aventajaban en las encuestas.

 

En 2006, cuando se acercaban las votaciones de Jalisco, de repente agentes de la PGR irrumpieron –“sin ninguna orden de cateo, sin previo aviso”, recuerda el senador con licencia- en la notaría pública de Arturo Zamora.

 

Se le acusó de lavado de dinero y de nada sirvió su llamado al presidente Vicente Fox, al gobernador Francisco Ramírez Acuña, al procurador Daniel Cabeza de Vaca y hasta Elba Esther Gordillo, creadora de Nueva Alianza (Panal).

 

Iba seis puntos adelante en las encuestas, pero tras el escándalo cayó y ganó el panista Emilio González.

 

“Pasando la elección, la PGR envió un boletín en el sentido de que no había nada en mi contra ni aquí ni en Estados Unidos”, recuerda Zamora.

 

Y más:

 

“El gobernador Ramírez Acuña Manuel Espino –presidente del PAN- dijeron que Zamora era un hombre honorable”.

 

Derrotado, el priísta Zamora emprendió “una lucha legal por limpiar mi honor. Logré 22 resoluciones condenatorias en contra del PAN y de Panal por difamación y calumnias”.

 

Ese consuelo no lo tuvo Jorge Hank Rhon, a quien en víspera electoral en 2007, en el gobierno de Felipe Calderón, lo persiguió la PGR y detuvo a sus escoltas.

 

Como es costumbre, con allanamientos de oficinas.

 

Así perdió Hank Rhon.

 

 

YUCATÁN: EL PAN FORTALECE A MORENA

 

 

La gubernatura de Yucatán puede escapársele al PAN con Joaquín Díaz Mena.

 

El diputado federal con licencia será candidato a gobernador de Morena y Andrés Manuel López tras renunciar al partido de Ricardo Anaya.

 

Se va, dijo, por la traición “de la cúpula panista no sólo a un servidor sino a la sociedad yucateca… Dejaron claro que yo no soy necesario y que soy incluso un estorbo a sus intereses económicos y políticos”.

 

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