LA REGENCIA Y LA IMPOTENCIA

Obviamente Marco Rascón es un hombre fuera de sitio. Su historia entre el “porrismo”, el terrorismo de dos por tres, la búsqueda de un a candidatura y la campaña contra Claudia Sheinbaum lo hace ver como el hombre cuyo arribo a la fiesta es cuando ya todos se han ido, o le han dado una dirección equivocada.

Uno de los escritores fantasma del “subcomediante” Marcos (entre Marcos y Marco, me desmarco, diría el, vate de la esquina), Jaime Avilés, hoy fallecido, escribió algunas cosas del antiguo invasor de predios y edificios, cuando usaba el apodo de Superbarrio:

¿Cuál es el verdadero nombre de Marco Rascon? ¿El verdadero nombre del ex camarada Rascón? ¿Del ex combatiente de la Liga Comunista 23 de Septiembre en el estado de Chihuahua? ¿Del héroe que aguantó a pie firme un interrogatorio de Miguel Nazar Haro, que originalmente se apellidaba Nassar? ¿Del guerrillero que aceptó la amnistía de José López Portillo en 1979? ¿Del activista que contribuyó a organizar la Asamblea de Barrios después del terremoto de 1985? ¿Del creador de SuperBarrio, defensor de los inquilinos?

“¿Cuál es el verdadero nombre de Marco Rascón? ¿El verdadero nombre del político clientelista que acarreaba masas de inquilinos controlados mediante tiquetes que se debían presentar al llegar a los mítines de Cuauhtémoc Cárdenas? ¿El verdadero nombre del diputado federal del PRD que interpeló al presidente Ernesto Zedillo con una cabeza de cerdo sobre su propia cabeza después de la matanza de Acteal?

¿Cuál es el verdadero nombre del ex aspirante a la jefatura del Gobierno del Distrito Federal, que participó en la elección interna del PRD contra AMLO, Amalia García y Jesús Ortega? ¿El verdadero nombre del ex representante de las cooperativas pesqueras en el Congreso, que al retirarse a la vida privada invirtió sus ahorros en un restaurante de mariscos, malito por cierto, llamado Peces (abierta alusión al extinto PC)?

“No lo comenten pero el verdadero nombre del luchador social que perdió la chaveta cuando perdió la candidatura al GDF ante AMLO, el verdadero nombre de uno de los precursores de la amlofobia, el resentido que se adhirió a los Chuchos para mamar de la ubre y engordar hasta convertirse en una tortuga bípeda…

“Pues bien, el verdadero nombre de Marco Rascón es Marco Antonio Ignacio Rascón Córdova”.

Más allá del ingenuo valor de este descubrimiento atribuible al “Tonto del pueblo”, el relato tiene una certeza: Rascón se enloqueció cuando se le fue de las manos la jefatura de gobierno del DF, como se le irá ahora, ni duda cabe.

Hoy Rascón ya habla –como se dijo en este columna un mes antes de su deducción policía–, de la Regencia como forma de gobierno.

Ha dicho en una entrevista con Crónica:

“…Si gana Claudia Sheinbaum, la candidata de Morena, sería como una regente (a) y no una gobernadora”, asegura Marco Rascón sin dudarlo.

“La alaba en cuanto a su inteligencia y constancia, pero la piensa incapacitada para cuestionar a su líder partidista. El riesgo: llevar a la ciudad a un retroceso de 20 años, subordinar a la urbe a un poder nacional, como ocurría en los tiempos en los que existió el Departamento del Distrito Federal.

“Marco Rascón visita la redacción de Crónica.

“…Gane o pierda Andrés Manuel López Obrador (la presidencia) será quien gobierne la Ciudad de México.

“Él va estar aquí; Claudia va a tener el mismo trato que el de Delfina Gómez, y ahorita ¿quién se acuerda de ella?, Andrés Manuel usa a la gente y ha ido generando contra opiniones, o estás conmigo o voy y te destruyo; porque yo soy el único referente político de ese proyecto”.

Rascón sabe de lo que habla, conoce muy bien a la izquierda; sus ideales son reconocidos por líderes de peso. El ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas votará por él. Ya lo anunció”.

Pues a pesar de ese voto tan simbólico, significativo, romántico e inútil, Rascón se quedará en el comercio de la mojarra frita, si no llegan los del INVEA, enviados por Sheinabaum a clausurarle su negocio porque falta polvo en los extinguidores o agua en los retretes.

El riesgo de esa regencia, fue advertido aquí el tres de abril. Veamos:

“Tal y como en este espacio se anticipó, Claudia Sheinbaum, la candidata de Morena al gobierno de la Ciudad de México, quien ejercerá una regencia si Andrés Manuel López, su mentor, patrón y jefe político llega a la presidencia, ha calcado en el arranque formal de su campaña, el esquema de trabajo del tabasqueño, no solo con las ofertas estrambóticas (como esa del Cablebús), sino con la más demagógica de todas: la consulta ciudadana para renovación del mandato”.

COMPADRE

Cuando en andas va a una una silla de ruedas Carlos Aceves, desde la moribunda CTM, le ofrece su empuje a José Antonio Meade, si solo no puede, nada más confirma lo grotesco de una posición y el escaso vigor del candidato.

–No me ayudes, compadre.