El uso de smartphones y otros aparatos que se conectan a internet va en aumento entre la población mexicana, pero la inclusión financiera se queda muy por debajo del promedio de la OCDE, por lo que es necesario que el nuevo gobierno se interese en impulsar el uso de las tecnologías para incrementar la inclusión financiera y con ello el desarrollo del país.

De acuerdo con Ana Martínez, consultora del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), el tema de la identificación biométrica universal es un prerrequisito para que México se integre a la modernidad, por lo que es indispensable que se le quite la facultad al Instituto Nacional Electoral (INE) de ser el encargado de emitir las identificaciones oficiales.

“Cuando analizamos a los países que han implementado la identificación biométrica universal, como en India, Kenia, Bangladesh, nos damos cuenta que automáticamente estos gobiernos empoderan a sus ciudadanos para poder participar en muchos mercados, porque hoy sí es un problema para muchos mexicanos poderse identificar”, señaló la experta.

En su opinión, actualmente la población mexicana necesita una identidad digital porque la economía se está moviendo hacia allá, y eso es bueno porque están ahorrando costos y permiten acercar a personas para las que los mercados tradicionales son muy caros.

“Por ejemplo, para los bancos es muy caro atender a un mexicano en un poblado indígena de Chiapas, su modelo no va a llegar a ellos, por lo que tienen que recurrir a la banca móvil, pero la llave para entrar a la banca móvil es una identidad digital”, puntualizó.

Una de las resistencias fuertes para adoptar una identificación biométrica universal no son los costos o la falta de tecnología, sino el INE y su monopolio que hoy tiene para identificar a las personas.

“Una persona desde que nace ya podría tener su identificación biométrica y no tendría la necesidad de una credencial para votar porque automáticamente cuando cumpla 18 años podrá ir a la casilla a votar con su huella digital o lectura de iris”, aseguró.

Mencionó que el INE tiene ya mucho trabajo con organizar las elecciones, supervisar que sean limpias, igualitarias y aclarar los gastos de los partidos, por lo que se debe dejar la tarea de las identificaciones a un ente distinto.