Raúl Ramos
Luego de explicar que el Gobierno del Estado incumplió con dar respuesta a las recomendaciones que la Comisión Estatal de Derechos Humanos, giró a la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) y a la Secretaría de Gobierno (SEGOB), por los actos de tortura cometidos en su contra.
El ex policía acreditable, Jorge López Pérez, sostuvo que el martes pasado se venció el plazo de quince días para solventar las observaciones, pero la autoridad estatal no mostró ningún interés por entablar un acercamiento, e iniciar los trabajos para resarcir los daños hacia su persona tanto económico, físico y moral..
Reprochó que a pesar de ser una víctima, tiene que buscar a las autoridades para saber qué paso con su caso, “lo cual es indignante pues continúan violentando los derechos humanos, ante la ausencia de los órganos defensores de las garantías individuales en Tlaxcala”.
López Pérez, reveló que un claro ejemplo es el intento de no querer recibir los comprobantes de los gastos que realizó para ser intervenido quirúrgicamente, ya que por la tortura sufrió daños irreversibles en sus partes íntimas y columna vertebral.
Reprochó que ha sido respetuoso de los tiempos y de las instancias, pero ya no permitirá esta situación de menos precio que muestra el Gobierno del Estado, por lo que advirtió que recurrirá a otras instancias del ámbito nacional e internacional como la ONU, para que de nueva cuanta atraigan el caso ante las omisiones en las que incurren las autoridades estatales; de ser necesario advirtió que realizará una huelga de hambre frente a Palacio de Gobierno con la finalidad de lograr una respuesta.
El ex alto mando sostuvo que no existe en la ley ningún apartado que de una prorroga al Gobierno para dar una respuesta, lo cual calificó como estrategia para evadir su responsabilidad, “entonces se estaría jugando, si se comprometieron a aceptar, pues tiene que cumplir; entonces que significa, están dejando entre dicho al señor Gobernador, que pregona el respeto a los derechos humanos.”
Recordó que son cinco las recomendaciones; una disculpa pública; el pago de salarios caídos a partir de su detención; la remuneración económica por gastos médicos; ejercer acción penal contra quienes cometieron la tortura e implicados y su ingreso al programa de víctimas del delito.