Georgina Ballesteros
A lo largo de las poco más de 30 líneas, priistas de Tlaxcala, piden al Gobernador del Estado, Marco Mena, y al expresidente de PRI nacional, René Juárez Cisneros “un señalamiento o reconocimiento a la responsabilidad de las decisiones tomadas con respecto al partido y a los candidatos”.
Y tras reconocer la mala imagen del gobierno federal y del partido ante los ciudadanos, señalan como responsables de la pérdida del PRI el pasado primero de julio, a Roberto Lima, a Luis Álvarez Landa y a Carlos Bailón Valencia.
Hacen también cuestionamientos sobre la designación de los candidatos a legisladores federales y locales, así como de las acciones que han tenido estos en su vida privada y pública.
La carta, firmada por la militancia priísta, pregunta al mandatario, “respetuosamente”, de quién es la responsabilidad de haber nombrado a Roberto Lima al frente de “una dirigencia sin experiencia”.
También cuestionan la designación de Luis Álvarez Landa como coordinador de la campaña, a quien como “principales atributos” le señalan “el despotismo y la prepotencia hacia los tlaxcaltecas”.
A ambos, como principales características para haber ocupados estos puestos, les achacan el ser personas allegadas a Fabricio Mena.
A Álvarez Landa, quien fue el coordinador de la campaña de José Antonio Meade en la pasada contienda electoral, y ya se reincorporó a su puesto de Oficial Mayor de Gobierno, le atribuyen además no ser de Tlaxcala, ser conocido por su trabajo de oficina como informático y –dicen– “su único mérito es hablar pestes del exgobernador y su familia, a quienes por cierto les debe haber vivido como aviador del erario público desde 2011”.
En la misma misiva, que se hizo llegar a diferentes medios de comunicación a través de las redes sociales, los priistas de Tlaxcala retoman el discurso que hace aproximadamente quince días diera el mandatario estatal, donde llamó a los funcionarios del gobierno a no tolerar más deslealtades y traiciones.
Y en este sentido, preguntan por la responsabilidad de Carlos Bailón Valencia, también como parte de la coordinación de la recién concluida campaña.
Al funcionario de gobierno, le ponen como característica, tener “una mala reputación con los príístas, por su actitud siempre altanera y arrogante, acostumbrado a engañar para conseguir beneficios personales”.
El documento, sin firma alguna, fechado sólo como julio de 2018 y con el logo del PRI, cuestiona de la misma manera la designación de todos los candidatos a los puestos de elección federal y también pregunta quién va a asumir la responsabilidad de haber permitido la reelección de los “flamantes diputados locales a sabiendas de su pésima imagen”, incluso preguntan por la designación de Zonia Montiel como próxima diputada plurinominal, por cierto quizás la única curul que podría tener el PRI en la siguiente legislatura.
En el último párrafo, los priistas, nuevamente de manera respetuosa, le piden al gobernador sancione la responsabilidad de cada una de las personas señaladas, ya que entre ellos “encontrará a los traidores, desleales y a quienes por su falta de trabajo y desgano nos llevaron a semejante revés por la parte de la ciudadanía y militancia priísta, quien nos demostró su hartazgo y que ya se no puede designar a a supuestos dirigentes o coordinadores a amigos por muy serviles que estos sean o presuman ser lo que nunca han sido”.
Y concluyen señalando que estarán atentos a la respuesta del mandatario, “de quien esperamos una visión imparcial y justa de esto que consideramos el principal factor de los resultados de esta elección”.