Así es como la IA metió un ‘ace’ en el US Open

REDACCIÓN

¡Silencio por favor!, dice el juez central. Juan Martín del Potro y Novak Djokovic están por comenzar la final del US Open 2018.

Ambos jugadores están concentrados en su rival y en su técnica, pero, bajo la cancha, una supercomputadora ya tiene una apuesta sobre quién ganará. Se llama Watson y es pionera de la Inteligencia Artificial (IA).

Desde el primer servicio está observando. A través de sensores y cámaras instalados en la cancha del estadio Arthur Ashe, cada movimiento y gesto de los jugadores es monitoreado y enviado al cerebro de la computadora creada por IBM, que lo procesa y en segundos es capaz de hacer un análisis cualitativo y cuantitativo que a los entrenadores les tomaría horas de observación en video. Incluso, asigna una probabilidad de triunfo para cada jugador.

Sus resultados son tan acertados y tan veloces que no solo son relevantes para los entrenadores. Los apostadores pagarían grandes sumas por esos datos, pero éstos no están a la venta, por lo que Watson recibe millones de ataques cada día desde de varios países, lo que hace necesario que los firewalls y la encriptación de la información sea fundamental, todo ello con tecnología de la centenaria compañía estadounidense del Dow Jones.

No todo es secreto. Los aficionados pueden tener acceso, aunque al final de los partidos, a algunas de las estadísticas más relevantes calculadas por Watson, desde lo más básico, como saques aces, tiros ganadores o errores no forzados, hasta la reacción de cada jugador en situaciones de presión, de acuerdo con su comportamiento histórico.

Para ello, la supercomputadora cuenta con un archivo de partidos de los últimos 12 años, de los que extrae el desempeño y variables clave para calcular en tiempo real cómo debería reaccionar cada jugador en una jugada específica.

Watson, por ahora, es la punta de lanza de la compañía en la apuesta por dominar en la nueva tendencia. Según sus directivos, tras abandonar el negocio de las computadoras personales, IBM se ha enfocado en ofrecer valor a las compañías a través de software y hardware enfocados a un propósito: procesamiento cognitivo.

“IBM ha decidido estar en el mundo de las empresas, no del consumidor. Hace ocho años que ya teníamos un producto listo para hacer inteligencia artificial y nuestra estrategia es ser líderes en soluciones cognitivas, porque el software tradicional va a desaparecer contra cualquier cosa que tenga IA a lado”, aseguró Pierre Marchande, vicepresidente de Sistemas y Tecnología para América Latina de IBM, en entrevista con EL FINANCIERO.

“La diferencia entre un software y una solución cognitiva es que al primero lo escribes y ejecuta lo que le pides, mientras que a la segunda le enseñas lo que debe hacer, y aunque no reemplazaría todavía a un humano en alguna tarea, sirve como una ayuda para diferentes los sectores”.

Por lo anterior, asegura, el conocimiento de industria es un segundo pilar en la estrategia de la compañía, pues no es lo mismo generar una solución para el deporte, que para la medicina, la minería o la banca.

Por último, un tercer pilar para IBM es recargar toda su tecnología en el uso de nubes híbridas, es decir, nubes privadas y públicas que están diseñadas para que sus propias soluciones.

Kavita Sehgal, gerente de IBM Cloud, asegura que 71 por ciento de las compañías globales usan tres o más nubes, por lo que la empresa global busca posicionar estas soluciones, en las que podrán descansar otros de los sistemas que también ofrecen, como blockchain o computación cuántica.

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