REDACCIÓN

La palabra es el punto de encuentro de la ciencia con la literatura, aseguró el escritor mexicano Carlos Chimal, quien presentó en la sede del Fondo de Cultura Económica (FCE) en esta capital su obra “Fábrica de Colores”, en donde plasma la vida del inventor Guillermo González Camarena.

González Camarena fue quien diseñó uno de los primeros sistemas de trasmisión a color para la televisión y Chimal en los capítulos I y II relata la vida del inventor, los antecedentes familiares, sociales y tecnológicos que fomentaron su precoz interés por la electricidad y la electrónica.

En los tres siguientes capítulos el autor presenta los principales avances tecnológicos que le dieron fama mundial, así como el papel que jugó en el desarrollo de la radiodifusión en México. Finalmente, el epílogo de esta obra rememora su trágica muerte, a los 48 años, en un accidente automovilístico.

Chimal, quien lleva aspectos de la ciencia a la literatura, consideró en el marco de la presentación de su obra, que la ciencia y la literatura tiene su punto de encuentro en la palabra en sus diferentes dimensiones, en la narración científica como en la novela, el cuento o la poesía.

El científico es riguroso en el uso de la palabra -dijo- pero los “buenos narradores: novelistas, cuentistas y poetas también son muy estrictos con la palabra” y subrayó que tanto en el escenario de lo científico como en la narrativa literaria se construyen “fiestas del conocimiento que se dan a través de la palabra”.

Para el escritor mexicano el principal reto para llevar la ciencia a lo literario con un lenguaje coloquial es contar “una buena historia con ritmo literario, con pausa, con emoción, con suspenso, con broma”.

Reiteró que el humor es vital para un buen libro de literatura, pero a la vez se debe ser muy riguroso de lo que se escribe en términos científicos. No se puede ser ligero y querer decirlo todo. Hay que ser fiel y diáfano con el tema.

Con hechos científicos se puede “contar una buena historia (…) la ciencia es maravillosa y se puede contar una buena historia. Que lo sientan emocionalmente (…) cualquier teme es bueno, siempre y cuando este bien contado”.

Chimal es narrador y escritor científico, estudió Letras y Química en la Universidad Nacional Autónoma de México.

Él mismo se define como un escritor curioso, con un compromiso social con el público lector, por eso sus obras de divulgación científica, pretenden tender puentes entre la ciencia, la cultura, la sociedad y la religión a través de un lenguaje sencillo, con ejemplos cotidianos.

Ha publicado las novelas “Escaramuza”, “Lengua de pájaros”, “El viajero científico”, “Mi vida con las estrellas”, “Creaturas de fuego” y “El mercurio volante”. Sus libros de cuentos son “Cuatro bocetos”, “Cinco del águila” y “El último año del estero”.