Reprochan diputados a Urzúa por el recorte a las universidades

REDACCIÓN

Azorado y con mirada de desconcierto detrás de sus gruesos anteojos, Carlos Urzúa se estrenó ayer en las lides de la guerra legislativa.

Bajo un alud de reproches con gritos, pancartas y hasta “goyas”, el nuevo titular de Hacienda sintió, por primera vez, la furia de la oposición unida, que le reclamó de frente los recortes al gasto de las universidades públicas, la cultura, la ciencia y la tecnología en el Presupuesto de Egresos para el primer año del presidente López Obrador.

Unidos, como en la campaña de la alianza Por México al Frente de la reciente elección presidencial, PAN, PRD y MC arremetieron –durante cinco horas– contra el funcionario y su propuesta de gasto para 2019, hasta reventar la sesión del salón de plenos de la Cámara de Diputados.

Las acusaciones elevaron el tono: “¡No-más-moches!”, “¡Be-ja-ra-no!”, “¡No-más-ligas!”

Aunque tímido y discreto, el coordinador del PRI, René Juárez, sorprendió a propios y extraños, se sumó a la protesta, subió a la tribuna y gritó consignas contra la cuarta transformación, seguido de varios de los diputados de su bancada.

A las protestas por el gasto educativo se sumaron otros reclamos por los recortes al campo, a estados y municipios, al medio ambiente, al presupuesto de género, a las universidades estatales, a la agricultura, la ganadería y hasta pancartas con la exigencia de “cárcel a los corruptos”.

Pero quien calentó los ánimos y elevó la presión fue Morena. El diputado Alfonso Ramírez Cuéllar, presidente de la Comisión de Presupuesto, les dijo desde la tribuna: “Muchas protestas por la distribución del Presupuesto son legítimas, pero las que se han presentado aquí tienen cara del Ramo 23”.

Con sus palabras, el diputado atizó el enojo y estallaron juntos PRI, PAN y PRD. Ante el descontrol en la mesa de debates conducida por el presidente de la Mesa Directiva, Porfirio Muñoz Ledo, el titular de Hacienda fue retirado por un momento del salón de plenos, al que volvió luego de unos minutos.

Públicos fueron los diferendos entre Muñoz Ledo y la vicepresidenta, Dolores Padierna, ambos de Morena, sobre el manejo de la sesión.

Exasperado y de mecha corta, el presidente amenazó de inmediato con levantar y suspender la sesión si continuaba el desorden, a lo que la vicepresidenta le insistió que no lo hiciera; aunque entre sus manoteos, Muñoz Ledo ya traía la campanilla en la mano sonando, sin saber para qué sentido, si para receso o para levantar la asamblea.

Al final, con el rostro descompuesto por el enojo, el presidente declaró un receso, que levantó en menos de un minuto y continúo la sesión.

Un tuit del jefe de la bancada de Morena, Mario Delgado, alborotó al salón: “¡Miren quiénes toman la tribuna: PRI, PAN, PRD y MC. ¡Extrañan horriblemente los ‘moches’! Por más desfiguros que hagan, los moches no regresarán”.

Ya en el debate de las preguntas y respuestas, Urzúa volvió al tema y dijo a los diputados: “En el problema financiero de las universidades, recuerden ustedes temas como la Estafa Maestra, todos somos corresponsables de alguna forma”.

Y explicó que la reducción va en el sentido de la austeridad republicana, y argumentó que “no tiene comparación con la reducción en el Poder Legislativo o en la Secretaría de Hacienda”.

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