Califica Trump de ‘débiles e inestables’ a las cuatro congresistas demócratas

REDACCIÓN

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reiteró sus ataques contra cuatro congresistas demócratas de origen extranjero a las que calificó de “débiles e inestables” y pidió que presentaran “disculpas a Estados Unidos”.

“No creo que las cuatro congresistas demócratas sean capaces de amar a nuestro país”, tuiteó el mandatario al volver atacar a las legisladoras Alexandria Ocasio-Cortez, Ilhan Omar, Ayanna Pressley y Rashida Tlaib.

“Deberían presentar sus disculpas a Estados Unidos (e Israel) por las horribles (y odiosas) cosas que dijeron”, añadió. “Destruyeron el Partido Demócrata, ¡pero son personas débiles e inestables que no podrán destruir de ninguna manera nuestra gran nación!”.

El jefe del Ejecutivo lleva una semana recibiendo críticas por sus ataques contra esas congresistas a las que aconsejó varias veces “regresar” a los países de “donde vienen”, aunque tres de ellas nacieron en Estados Unidos.

Ocasio-Cortez (Nueva York), Omar (Minnesota), Pressley (Massachusetts) y Tlaib (Michigan) respondieron antes en la semana denunciando ataques “abiertamente racistas” del titular de la Oficina Oval.

El martes, la Cámara de Representantes del Congreso, de mayoría demócrata, adoptó una moción para condenar “firmemente los comentarios racistas” de Trump, que le granjearon críticas de dirigentes extranjeros como la canciller alemana, Angela Merkel y otros mandatarios de Europa.

El miércoles, un mitin del presidente en Carolina del Norte provocó un escándalo cuando sus seguidores empezaron a gritar “¡Devuélvanla!” a propósito de Ilhan Omar, hija de refugiados somalíes.

Trump se distanció un poco de lo ocurrido al asegurar que esos cánticos no le habían gustado.

Tras las elecciones de mitad de mandato, en las que se convirtió en una de las dos primeras mujeres musulmanas elegidas en el Congreso, junto con Rashida Tlaib, Omar suscitó controversia con comentarios sobre Israel que varios parlamentarios consideraron antisemitas.

Pero esas críticas no frenan al presidente estadounidense, que parece dispuesto a mantener ese tipo de discursos para movilizar a su base electoral para ser reelegido durante las presidenciales de 2020.

Desde la campaña de George Wallace en 1968, ningún candidato -y desde luego, ningún presidente en el cargo- ha convertido las divisiones raciales en el centro de su campaña. Aunque los comentarios del mandatario causaron indignación e incluso una resolución de condena en la Cámara de Representantes, el presidente y su equipo creen que la estrategia tiene más ventajas que inconvenientes.

Alejándose de forma drástica del tono inclusivo que pidieron los líderes del Partido Republicano en 2012, los grupos responsables de elegir a los republicanos que irán en las listas de 2020 han abrazado el combativo estilo y mensaje de Trump, que ha recurrido desde hace mucho a demonizar a inmigrantes y minorías.

Los sondeos republicanas sugieren que el desafío del presidente serán los suburbios, donde las mujeres con formación universitaria se alejaron del partido de Trump en las elecciones de 2018, dando a los demócratas la mayoría en la Cámara de Representantes.

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