REDACCIÓN
El debate entre aspirantes a la candidatura demócrata rumbo a las elecciones de 2020 que se celebró este miércoles tuvo como principal objetivo de ataques y críticas al exvicepresidente Joe Biden.
El enfrentamiento se dio en torno a la atención a la salud, la inmigración y las cuestiones raciales, temas que pusieron a prueba la fortaleza de la candidatura de Biden.
Uno de los temas que más generaron críticas contra Biden fueron las deportaciones de migrantes indocumentados durante el Gobierno de Barack Obama, de quien Biden fue vicepresidente.
“Lo que necesitamos son políticos que realmente tengan algo de agallas en este tema”, dijo Julián Castro, exsecretario de Vivienda del gobierno de Obama.
“Las agallas suficientes para saber que su plan no tiene sentido”, contestó Biden.
Las críticas continuaron y fue Bill de Blasio quien lanzó un nuevo ‘dardo’ contra Biden sobre deportaciones.
“Yo era el vicepresidente, no el presidente. Mantengo mi postura en privado”, dijo Biden. Posteriormente destacó que Obama intentó encontrar una manera de concenderle la ciudadanía los beneficiados del programa DACA.
Los ataques a Biden en el segundo debate presidencial del partido fueron muy intensos de parte de la senadora Kamala Harris de California, que declaró que la disposición de él para trabajar con partidarios de la segregación en el Senado federal durante la década de 1970 podría tener consecuencias dramáticas sobre el avance de candidatos de las minorías en puestos políticos.
Señaló también que Biden podría haber evitado que ella y el también aspirante presidencial Cory Booker, ambos de raza negra, llegaran a ser senadores.
El exvicepresidente, que encabeza las preferencias, se vio obligado repetidas ocasiones a defender sus antecedentes políticos de décadas frente a ataques específicos de sus rivales más jóvenes, que argumentaron que la relación de ocho años de Biden con el presidente Barack Obama no es una razón suficiente para que él sea el nominado demócrata.
