Gran venta del día de muertos.

Derivan Márquez Cabrera

El mercado hidalgo municipal colonia centro, creado hace casi 50 años, provee de trabajo a un vasto grupo de personas, el repertorio de productos que se venden es amplio, pero sobre todo llamativo. Al entrar, sus aromas y colores te incitan a recorrerlo, siendo todo un poema el andar por sus pasillos, su gente es amable y trabajadora, todas esperan venderte algo de lo que llevan.

Es bien sabido que Santa Ana Chiautempan es uno de los lugares en Tlaxcala donde se crean gran variedad de productos artesanales, es decir, producto hecho desde su casa, por pequeñas familias o nano empresas, un gran grupo de personas que buscan dar a conocer al mundo sus productos, únicos por su procedencia. En el mercado de Santa Ana, se reúnen variedad de artesanos, cada uno con sus respectivos productos, coloridos y llenos de aromas, tan auténticas con el toque que solo las manos Mexicanas son capaces de dar.

Ir al mercado es toda una experiencia, encontramos desde comida, abarrotes, verduras, lácteos, e incluso ropas, pero nuestra visita en este día es motivada por los adornos y variedad de flores que se venden, pues ha llegado noviembre, el mes en el que celebramos a los muertos, a aquellos que se nos han adelantado o han terminado su viaje en esta tierra; porque así somos en nuestra tierra, con grandes y hermosas costumbres, donde no nos olvidamos de nuestros antepasados.  Por este motivo nos encontramos en el mercado, para ver qué es lo que nos encontramos y que nos pueden platicar los vendedores acerca de esta gran fecha.

De primera mano vemos un extenso surtido de flores de cempaxúchitl, esta flor tan peculiar de la época, que utilizamos con el fin de adornar el altar de muertos, tan llamativa por sus colores e incluso por su aroma, un centellar de ellas nos rodean, los colores, variados; hay moradas y aterciopeladas, blancas, amarillas, naranjas y algunas que combinan sus colores. De igual forma su aspecto es distinto, en fin, son tantas y se posan hermosas en macetas o ramos.

Todo tiene su lugar y si seguimos recorriendo encontramos las velas, los inciensos, el copal, ¡las frutas! Y todo aquello que nos haga falta para colocar nuestros lindos altares en esta época tan añorada por muchos de nosotros.

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