Redacción
El presidente Donald Trump, bajo la presión cada vez mayor de los demócratas que sopesan su juicio político, sufrió un duro golpe este martes cuando un tribunal federal de apelaciones ordenó a dos bancos proporcionar al Congreso sus registros financieros.
El fallo, emitido por un panel de tres jueces de la corte de apelaciones de los Estados Unidos en Nueva York, significa que Trump perderá el control de sus registros comerciales y personales secretos en Deutsche Bank y Capital One Financial, a menos que la Corte reconsidere la decisión o que la Suprema Corte estadounidense la bloquee.
El panel de apelaciones, que ordenó una suspensión de una semana sobre su fallo en espera de una apelación ante la Corte Suprema, rechazó los argumentos de Trump y el Departamento de Justicia de que los Comités de Servicios Financieros e Inteligencia de la Cámara no tenían razones legítimas para buscar esta información.
Trump, la Organización Trump y los hijos mayores del mandatario se han negado firmemente a entregar sus registros al Congreso. Armados con los documentos, los congresistas demócratas podrán explorar más a fondo cualquier conflicto de intereses en el Poder Ejecutivo y si el presidente ha violado las cláusulas de emolumentos (relacionadas con un monto cobrado por una persona que ejerce un cargo o servicio) de la Constitución.
“Un fallo judicial en su contra, si es confirmado por la Suprema Corte, sería un punto de inflexión importante”, consideró Mimi Rocah, ex fiscal federal en Manhattan y crítico del presidente, en una entrevista antes del fallo. “Hay algunas cosas en esos retornos que no quiere que salgan”.
