Tres rondas de aplausos sellan la nueva relación entre AMLO y Corte

Sin tumultos, malas caras, sobresaltos, tensión ni choques entre los Poderes de la Unión, en paz, el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar, rindió su primer informe de labores.

Fue una sesión solemne, como siempre en un acto protocolario, donde los titulares del Ejecutivo y el Judicial mostraron expresiones sin atisbos de tensión o disgusto. La estridencia de hace un año, por las diferencias entre los dos poderes derivadas de la Ley de Salarios, se disipó.

Ahí, a unos pasos del nuevo presidente del Poder Judicial, se vio al Jefe del Poder Ejecutivo, Andrés Manuel López Obrador, quien mantuvo una sonrisa y se le vio cómodo durante el discurso de casi una hora de Zaldívar.

Durante su mensaje, el presidente de la Corte recibió dos rondas de aplausos: una cuando se refirió a que en el Poder Judicial de la Federación deben “sacar de nuestras filas a los malos servidores públicos, a los corruptos”; el otro, cuando habló sobre equidad de género.

La tercera etapa de aplausos fue al finalizar su discurso, en el que Zaldívar enfatizó que el Poder Judicial debe dar voz a los que no la tienen; en ese momento el presidente López Obrador se puso de pie y durante 51 segundos aplaudió efusivamente al ministro. La relación es cordial.

En el salón de plenos se encontraban el empresario Carlos Slim, la ministra electa, Margarita Ríos-Farjat; los titulares de las secretarías de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval; de la Marina, José Rafael Ojeda Durán.

También estuvieron presentes la titular de la Secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero; el fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero; el coordinador de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados, Mario Delgado; el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, entre otros.

A diferencia de la mayoría de los invitados al informe del ministro presidente, Luis María Aguilar —anterior presidente de la Corte y quien vivió la tensión con el Ejecutivo por la Ley de Salarios— y Alberto Pérez Dayán redujeron a dosis mínimas sus aplausos durante el mensaje de Zaldívar.

El año pasado, como es tradición en la Corte, el ministro Aguilar extendió la invitación formal a López Obrador para quedarse a comer con el resto de los invitados.

Ante la confrontación que se vivía entre ambos poderes por la exigencia de que los ministros, jueces y magistrados redujeran sus ingresos, López Obrador declinó la oferta y se retiró rápidamente del recinto judicial.

Ayer, con un ministro presidente diferente, el titular del Ejecutivo federal se quedó a la tradicional comida con los integrantes del Poder Judicial e invitados al informe. Ya no hay tensión.

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