Alondra Cazares
El hartazgo que existe entre las filas priístas por sus malos resultados y el divorcio entre el Gobierno del Estado y uno de sus brazos electorales más grandes; el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSA), dio la oportunidad perfecta para que la Coordinadora de Programas Integrales de Desarrollo Lorena Cuéllar Cisneros, entablará diálogo con los agremiados que son dirigidos por una priísta de hueso colorado, Blanca Águila Lima.
Al grito de “Lorena, Lorena”, los agremiados exigieron a la representante del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador en Tlaxcala, una pronta solución al problema a través de una intervención del gobierno federal, pues acusaron que la directora administrativa de la Sesa puede provocar un colapso del sistema estatal de salud con la operatividad del INSABI.
En ese sentido, Cuéllar Cisneros, sin importar que fuera 9 de marzo, salió a recibir a los manifestantes y escuchó sus quejas, en donde le dejaron ver que, hasta el momento, ha sido la única funcionaría pública que ha dado la cara para escuchar al sindicato.
“Confiamos en usted, licenciada”, fueron las consignas que gritaban en favor de la súper delegada para que esta pudiera acceder a entablar una mesa de diálogo, situación que fue favorable para los dirigidos por Águila Lima.
Asegurando que cancelaría sus audiencias públicas para reunirse con los protestantes, Cuéllar Cisneros aceptó a dialogar con la lideresa del SNTSA, en dónde, a pesar de reconocer que no estaba en sus facultades discutir asuntos de salud del gobierno estatal, la súper delegada argumento que como funcionaria pública lleva consigo “la obligación de escuchar y atender a la ciudadanía”.
Dicho acto despertó el morbo entre la ciudadanía, pues hay quienes expresan que este fue el primer hecho que Cuéllar Cisneros aprovechó para “mover su primera pieza del ajedrez rumbo a la candidatura gubernamental del 2021.
