Joel Molina era un tumor para la 4T en Tlaxcala

Alondra Cazares

De “golpe duro” es que como califican los seguidores y militantes de Morena en el Estado la salida del Senador Joel Molina Ramírez de la dirigencia estatal del partido, misma que fue instruida por el Comité Ejecutivo Nacional y que reportó que sería un hecho durante el mes de abril.

Y es que ante tal decisión, la militancia morenista se dice “feliz, feliz”, ya que argumentan que al Senador se le acabaron las aspiraciones de contender por la gubernatura, pues sin dar datos e información certera, Molina Ramírez “ya no podrá hacer mal uso de las prerrogativas del partido para hacerse publicidad”.

Asimismo, expusieron que junto con el ex dirigente, se vienen “para abajo” las supuestas candidaturas que ya tenía pactas con alcaldes perredistas y “prianistas” de cara al 2021.

La militancia de Morena en Tlaxcala, destaca las acciones de “purificación” que ha comenzado a realizar el nuevo dirigente nacional interino, Alfonso Ramírez Cuéllar, por lo que esperan que las nuevas elecciones internas se basen en hechos y acciones, popularidad o a través de encuestas para evitar a los “oportunistas”.