Conacyt no le ayuda al Presidente

Redacción

La doctora María Elena Álvarez-Buylla anda muy ocupada, pero regando el tepache (orgánico) por aquí y por allá. Inclumplió su promesa de tener listos los ventiladores que prometió a la nación en medio de su perorata sobre la “ciencia neoliberal”, y también le dio tremendo disgusto al Presidente con su iniciativa de pasar la charola a los investigadores al parecer sin consultar, sin prever las consecuencias que acarrearía una acción así. “Son cosas que pasan y de repente me entero, y ¿a quién le echan la culpa? Al Presidente. Entonces corregimos para que no suceda”, comentó AMLO sobre esa iniciativa de Conacyt tan repudiada porque pretendía quitarle el pan de la boca a 30 mil investigadores y sus familias (algunos mal pensados dicen que para alimentar sólo dos bocas…) Y ahí va Conacyt de nuevo: ahora está llamando a donar trabajos a la comunidad, “a sumarse al esfuerzo de familias, barrios y pueblos para superar la contingencia a través de iniciativas solidarias”. Por lo visto, los burócratas del Conacyt ya se dieron cuenta que vivimos una emergencia nacional y por fin se unirán al trabajo que están haciendo miles de investigadores y sus centros académicos desde hace semanas o meses en sus respectivas trincheras. Ah, qué Conacyt tan lento. Debe ser la falta de proteína.

El retorno a la nueva normalidad en el INBAL tendrá que pasar por los sindicatos

La Orquesta Sinfónica de Euskadi, en España, regresó ayer al escenario bajo un esquema reducido y con diseños de desplazamiento para el público; en el Teatro Estatal de Hesse, en Alemania, se ofreció un concierto de voz y piano y se pidió el nombre a los asistentes para contactarlos en caso de un contagio. Los medios internacionales reportan que empleados de los recintos muestran reservas porque consideran que se abrió muy pronto. Ayer, le presentamos consideraciones de nuestro medio musical sobre cómo prevén el regreso. Todo esto viene a cuento porque, nos dicen, habrá que tener en cuenta cómo van a reaccionar los trabajadores de los teatros que están sindicalizados. Tras los sismos de 2017 hubo una gran resistencia a volver a los edificios y algunos demoraron meses en retornar a sus trabajos. ¿El INBAL tendrá que negociar con ellos?

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