Redacción

México no figuró entre 82 países que establecieron programas para sortear los efectos negativos del distanciamiento social, por lo que el nulo apoyo fiscal impactó sobre las empresas y el empleo, criticaron la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) y la organización México Evalúa.

Datos del Banco de México (Banxico) muestran que el total de medidas fiscales contra el Covid-19 que ha aplicado el gobierno federal asciende a 242 mil 400 millones de pesos, equivalente a 1% del Producto Interno Bruto (PIB).

De acuerdo con el análisis del banco, México se coloca en el último lugar de un grupo de 14 países con medidas fiscales en respuesta al Covid-19. En primer sitio está Italia, con más de 35% del PIB; Alemania, con 32%, y Japón, con 22%.

En videoconferencia, el presidente de la Concamin, Francisco Cervantes, expuso que este “cero apoyo” fue “letal” para las empresas y los trabajadores, lo que se traducirá en precarización del bienestar, disminución de ingresos públicos y regresión del desarrollo.

A días de que el Inegi dio a conocer que 12.5 millones de personas quedaron sin empleo y sin ingresos por el confinamiento, explicó que miles de empresas cerraron y la mayoría enfrenta problemas por la falta de liquidez y la gran cantidad de pagos por hacer.

“El cero apoyo era letal y se traduciría en una alta mortalidad de empresas y pérdidas de empleos”, dijo al presentar el octavo informe del Covid-Industrial.

Añadió que con las empresas que se declararon en quiebra, más el desempleo y la precarización de trabajos se conjugará en una regresión al desarrollo que logró México.

El presidente de la Comisión de Estudios Económicos y director General del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (Idic), José Luis de la Cruz, dijo que el gobierno tendrá que hacer su planeación financiera con recursos marginales y una reforma hacendaria en la que el ingreso petrolero no esté en la planeación.

Brilla por su ausencia

En un seminario virtual, la organización México Evalúa informó que desde que inició el gran confinamiento y ahora con la reapertura de la economía mundial, el país no formó parte de las 82 naciones con apoyos para sortear la pandemia.

“Tenemos un registro de 82 naciones que están financiando programas para prevenir el desempleo o para los que ya perdieron su trabajo, dando un ingreso o en acuerdo con las empresas para un subsidio”, dijo la coordinadora del programa de gasto público y rendición de cuentas, Mariana Campos.

En un análisis del Banxico se muestra que economías como la chilena aplicaron medidas como subsidios al pago de salarios, exenciones fiscales, garantías gubernamentales para respaldar créditos a empresas y recursos para investigación y desarrollo de vacunas.

Ofreció transferencias directas a hogares, prórroga para pago de impuestos y contribuciones, y programas de préstamos para empresas. En estos tres últimos casos México también aplicó medidas.

Mariana Campos dijo que otras naciones ejercen nuevos esquemas de contratación laboral, es decir, los han adecuado para lograr un arreglo ante la incertidumbre y evitar el despido y desempleo.

Explicó que con el fin de aligerar la carga fiscal, identificaron que en 70 países fueron diseñados apoyos en impuestos a la nómina, cuotas a la seguridad social y el IVA.

Sólo en la India se ubicó una propuesta para tomar fondos de ahorro de retiro para que los trabajadores enfrentaran la emergencia sanitaria, plan similar al que impulsa en México el partido Morena.

FMI, una opción

Campos lamentó que México no se haya unido al concierto de apoyo como lo hicieron varias naciones para una recuperación más sostenida.

En su opinión, en estas circunstancias se justifica tomar deuda para dichos fines, lo que puede ser a través de la Línea de Crédito Flexible que tiene abierta con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la cual genera un costo sin usarla.

El FMI destacó ayer que ya son cuatro los países que tienen disponibles 107 mil millones de dólares a través de la línea de crédito, de los cuales México es el país con el mayor monto, con 61 mil millones de dólares; Colombia tiene 10 mil 800 millones.

Recientemente Chile y Perú calificaron para tener una línea que les servirá para sortear los efectos negativos de la pandemia con 24 mil millones y 11 mil millones de dólares, cada uno.