“Soy cantante gracias a Tin tan, Silvio Rodríguez y Placido Domingo”: Rolando Villazón

Redacción

El tenor  Rolando Villazón, una de las figuras operísticas más importantes del mundo en los últimos años y  uno de los cantanes mexicanos de mayor proyección internacional, ofreció una charla con el crítico musical Gerardo Kleinburg, para hablar de su carrera como cantante, director de escena , novelista y personalidad televisiva; así como para contar acerca de sus inicios y de sus motivaciones. Además, aseguró que en algún momento podría ofrecer una gira por América Latina y por México.

Durante la charla, que puede verse en la página de Facebook “Hablemos de ópera” y que impulsa y sostiene Kleinburg, el cantante que frecuentemente colabora con orquestas y directores líderes como Daniel Barenboim y Yannick Nézet-Séguin en conciertos en todo el mundo, habló también acerca de sus maestros como Arturo Nieto, Gabriel Mijares y Ramón Vargas.

Sobre sus inicios, Villazón contó: “El libro de la selva me marcó por el personaje de Baloo, con la voz de Tin Tan, a la fecha la sigo viendo con mucho gusto; más tarde, a los 12 años, quedé enamorado de la poesía y de la música de Silvio Rodríguez. Después apareció Plácido Domingo. Yo no sabía nada de ópera y recibí un disco de Plácido, me impactó. Descubrí que el canto era una actividad que me permitía entrar en contacto con algo más grande que la realidad o con la realidad que me rodeaba sin ser yo. Así me hice cantante”.

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Y agregó: “Casi todos los cantantes de ópera han sido descubiertos, es decir, alguien les dijo que deberían dedicarse a la ópera, en mi caso así fue. Yo quería estudiar psicología, pero no me iba a alcanzar a pagarla, así que mi siguiente opción fue estudiar filosofía en la UNAM pero no metí a tiempo mis papales para aplicar y como no quise esperar seis meses para intentarlo, me metí al Conservatorio, pero yo no soñé ni de chiste la carrera que iba a tener, es más, conforme me fueron sucediendo las cosas me iba soprendiendo. Yo no soñé nunca con cantar un día en el Metropolitan o en el Covent Garden”.

Villazón, quien es un artista de grabación exclusivo con Deutsche Grammophon desde 2007, ha grabado más de 20 CD y DVD y ha vendido más de 2 millones de álbumes en todo el mundo que han recibido numerosos premios, indicó que la fama le ha dado libertad artística. “Pero también puede ir en contra tuya. ¿Quién quiere leer la novela de un cantante de ópera? Yo tengo que ir contra la fama del cantante,  Tienes que ganarte el respeto y la reputación por lo que haces”, dijo.

“El arte no es una escuela, no sirve para dar consejos morales ni para señalar la dirección de hacia dónde debe ir la humanidad; el arte es una expresión de los tiempos y de quiénes somos, es la expresión de emociones y de arquetipos en una circunstancia y en un tiempo definidos. El arte es entretenimiento, pero es un entretenimiento que nos lanza hacia la profundidad de nuestros abismos, que nos hace preguntas y que nos hace abrir puertas”, explicó.

El cantante quien fue nombrado a principios de 2017 como embajador de la Fundación Mozarteum de Salzburgo, también recordó la difícil recuperación que vivió en 2009 tras una operación y cómo entonces empezó a tener un mayor control sobre su carrera, y también empezó a dedicase a la dirección artística y se ha dedicado a trabajar con la  Organización Red Noses Clowndoctors.

Villazón aseguró que México es parte fundamental en su vida. “En la casa se cantan canciones mexicanas, se siguen tradiciones mexicanas, hay comida mexicana, somos de donde venimos. Me han dicho que los mexicanos tenemos desventajas al llegar a Europa, yo no lo creo así. Es verdad que nosotros no tenemos contacto con los grandes intérpretes y en las fiestas navideñas no cantan grupos corales, pero lo aprendemos al llegar y entonces tenemos la cultura de otra país, más la nuestra. Soy quien soy porque nací en México, pienso en cómo el humor siempre nos ayuda a salir a adelante.

Finalmente, aseguró que desea hacer una gira por Latinoamerica que culmine en México. “Me preguntan mucho por qué no voy a México, la respuesta es que he querido ser cercano a mi familia, estar en Europa te permite tener una carrera como cantante de ópera. Además he ido un par de veces a Nueva York, una a Argentina y otra a México y nada más, es decir, no es sólo que no haya ido a México. Cuando mis hijos tomen su camino, mi esposa y yo podremos decir que tenemos la libertad de irnos tres meses a México”.

En el programa “Hablemos de ópera”, creado y conducido por Kleinburg, quien también es narrador y promotor musical, y ha sido  director de la Compañía Nacional de Ópera de México, han participado otros cantantes como Javier Camarena y Ramón Vargas.

Además, no sólo ofrece conversaciones con figuras operísticas o con interesados en el género musical, también ofrece cursos, conferencias, videos y podcasts acerca de todos los aspectos relacionados con la ópera. Para revisar las charlas y obtener más información, consultar

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