Tecnologías que interpretan tu estado de ánimo a través de la piel

Redacción

Los dispositivos inteligentes que miden las señales eléctricas de la piel tienen el potencial de informarle sobre sus niveles de estrés, le ayudan en sus actuaciones deportivas y le permiten hacer un seguimiento de sus emociones.

Un equipo internacional de investigadores de Suecia y el Reino Unido ha desarrollado una forma innovadora de interpretar las señales biológicas producidas por la conductancia de nuestra piel. Utilizando los datos obtenidos mediante un dispositivo sensor de muñeca de Philips que también incluye un acelerómetro para medir el movimiento, el sistema de los investigadores muestra la información en forma de gráficos espirales de colores en tiempo real en un teléfono inteligente, así como un registro de los datos, para que el usuario los interprete y reflexione sobre ellos.

La conductancia de la piel es una medida de cuánto suda una persona, lo cual indica sus reacciones emocionales así como las físicas, y es la base de tecnologías como los detectores de mentiras.

El prototipo del sistema de visualización llamado “Salud Afectiva”, fue desarrollado por expertos en Interacción Humano-Computadora que buscan la forma de utilizar las nuevas y emergentes tecnologías informáticas, como las que utilizan datos extraídos de sensores en la piel, para diseñar atractivas visualizaciones en teléfonos inteligentes.

El Dr. Pedro Sanches, investigador principal del KTH – Instituto Real de Tecnología de Estocolmo, e investigador principal del estudio dijo: “Nuestros cuerpos producen un amplio rango de señales que pueden ser medidas. Muchos dispositivos útiles que miden estas señales, que llamamos datos biológicos, han proliferado a lo largo de los años, como los monitores de ritmo cardíaco para los deportes. Sin embargo, hay otras áreas de los datos biológicos que aún no se han desarrollado completamente, como la conductividad de la piel o los niveles de transpiración. Dar sentido a estos tipos de datos biológicos no es fácil. La gente no está familiarizada con este tipo de información y no está claro cómo querría utilizarla la gente, o interactuar con los dispositivos que presentan estos datos biológicos”.

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Una imagen de la visualización de datos de conductividad de la piel del prototipo de la aplicación de Salud Afectiva. (Foto: Anna Stahl/RISE)

A un grupo de estudio de 23 personas se le dio el prototipo de Salud Afectiva para que lo usara durante un mes. Es importante destacar que los investigadores no dijeron deliberadamente a los participantes para qué servían los dispositivos. En su lugar, dieron pautas para que el sistema pudiera recopilar información relacionada con las reacciones tanto físicas como emocionales, cómo el aumento de la sudoración aumentaba la conductividad y cómo esta se representaba con diferentes colores. Se dejó que los participantes decidieran la mejor manera de utilizar la tecnología.

Los investigadores descubrieron que esta etapa de diseño abierto del estudio, sin proporcionar usos preestablecidos, hizo que algunos participantes utilizaran el sistema como herramienta para medir, y ayudar a manejar, sus niveles de estrés, mientras que otros, entre ellos atletas de élite, utilizaron el dispositivo para obtener información sobre sus regímenes de entrenamiento y recuperación.

Otros usos incluían el registro de información sobre sus vidas y el seguimiento de sus emociones. Pero curiosamente, pocos usarían la tecnología para más de un propósito.

La profesora Kristina Höök, del Instituto Real de Tecnología de Suecia, dijo: “Nos sorprendió lo mucho que la categorización inicial de los usuarios del sistema influyó en la forma en que lo usaron. Si lo consideraban una herramienta deportiva, ni siquiera ‘veían’ los datos que hablaban de estrés o reacciones emocionales. Si lo veían como una herramienta de medición de emociones, no veían los datos que hablaban de procesos sociales o de esfuerzo debido a las actividades deportivas. También fue interesante ver cómo algunos evitaban comprometerse con datos que hablaran en contra de sus ideas sobre sus rasgos de personalidad. Una persona se veía a sí misma como una persona tranquila, pero en los datos, había muchos picos. Simplemente no podía reconciliar esos con su impresión de sí mismo”.

Aunque la fase de diseño abierto ayudó a revelar varias prácticas diferentes para las que se podían utilizar los prototipos de Salud Afectiva, estos carecían de algunas de las funciones necesarias para convertirlo en un buen instrumento para una función específica, como un sistema de entrenamiento deportivo o como una herramienta de gestión del estrés.

Los investigadores encontraron la necesidad de un segundo paso, más adaptado, en el proceso de diseño para hacer dispositivos específicos para funciones particulares.

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