Estado de derecho, mediación, en la agenda

Redacción

Con el endoso del Grupo de América Latina y El Caribe (GRULAC), México llega este miércoles a la votación para definir si ocupará un lugar no permanente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para el periodo 2021-2022. México no tiene rival para ocupar el puesto que le corresponde a América Latina y El Caribe, dentro de este órgano que se encarga de mantener la paz y seguridad en la comunidad internacional.

Aun así, México debe lograr una mayoría calificada para ocupar el asiento; es decir, por lo menos 129 votos a favor de los 193 países que votan. En la última participación de México para ocupar un asiento no permanente, se lograron 185 de los 193 votos.

México ha ocupado un asiento no permanente dentro del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en 4 ocasiones: 1946-1947; 1980-1981; 2002-2003 y 2009-2010. En julio de 2019, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció la intención de su gobierno por buscar nuevamente ocupar un asiento no permanente en el Consejo de Seguridad. Desde entonces, el Representante Permanente de México ante las Naciones Unidas, Juan Ramón de la Fuente, ha llevado a cabo una campaña para promover al país como una de las naciones que merece estar en el organismo.

La agenda mexicana tiene como pilares  defender el Estado de Derecho; privilegiar la mediación; preservar la dignidad de las personas; promover los derechos humanos y el derecho internacional humanitario; proteger a civiles en conflictos armados; mejorar los métodos de trabajo del Consejo de Seguridad e incorporar la perspectiva de género en las acciones del organismo.

De acuerdo con la Carta de las Naciones Unidas, el Consejo de Seguridad tiene como función y poder, entre otras, el mantener la paz y la seguridad internacionales, ello de conformidad con los  propósitos y principios de la ONU; investigar toda controversia o situación que pueda crear fricción internacional y recomendar métodos de ajuste de tales controversias, o condiciones de arreglo. Debe también elaborar planes para el establecimiento de un sistema que reglamente los armamentos; determinar si existe amenaza a la paz o un acto de agresión, entre otras.

El Consejo está conformado por 15 miembros, cinco de los cuales son permanentes (China, Francia, Rusia, Reino Unido, Estados Unidos) y 10 ocupan un asiento rotativo, por regiones. Actualmente, por América Latina y El Caribe, está República Dominicana y San Vicente y Las Granadinas. República Dominicana concluye su periodo en 2021, asiento que se prevé ocupará México.

Y como las Naciones Unidas no escapan a la afectación por la pandemia del Covid-19, en esta ocasión la votación no será por medio de reunión presencial de toda la Asamblea, en la sede en Nueva York. Ahora se emitirán votos secretos, en lugar designado y con horarios espaciados.

El embajador mexicano, Miguel Ruiz Cabañas, consideró que México debe aprovechar el actual momento para buscar promover una agenda en el Consejo, que prevenga conflictos.Por ejemplo, indicó, se vive actualmente una emergencia sanitaria, inédita, en la cual todo el mundo, al mismo tiempo, es vulnerable. El Consejo de Seguridad, mencionó, debiera tener mayor protagonismo, sobre todo por el peso que tiene. “Creo que el Consejo de Seguridad no ha visto las amenazas no tradicionales, siempre está enfocada en los conflictos armados, pero eso hoy ya es de viejo cuño, porque tenemos las minorías étnicas, las minorías religiosas, entre otros, que son conflictos que se llegan a internacionalizar”, mencionó.

Celebró que México llegue al Consejo de Seguridad con una reciente resolución aprobada por la mayoría de la Asamblea General, mediante la cual se pide garantizar el acceso a vacunas y equipo médico para hacer frente al Covid-19. “No sé si este es buen o mal momento para que México esté en el Consejo de Seguridad, es el momento que nos tocó, desde  2011 se buscó y si no entramos ahora nos tocaría hasta el 2040. Con ello, el país gana influencia y su voz es más escuchada”, manifestó.

María Cristina Rosas, Académica de la UNAM, consideró que en los retos en el Consejo de Seguridad serán varios, a partir del contexto global que se vive con la aparición del Covid-19. Seguramente, consideró, se verá que el Consejo de Seguridad posicionará los temas de salud, hoy día con la enfermedad del coronavirus.

El organismo de la ONU, recordó, ha puesto sobre su mesa temas de salud como la aparición del VIH y el ébola. “Ahora, con esta pandemia que evidentemente nadie se esperó, seguramente el tema del coronavirus estará en la agenda del Consejo de Seguridad y con ello también el involucramiento con la Organización Mundial de la Salud (OMS), aunque en el contexto de que Estados Unidos se salió del organismo de salud”, mencionó.

La internacionalistas comentó que México ha defendido dentro del Consejo temas como el impacto de los derechos humanos de los niños en conflictos armados, el tráfico de armas, entre otros, y debe mantenerlos, pero también poner por delante la salud. “Hoy el mundo es impredecible, hay que mentalizarnos que cada vez más hay cosas que no se prevén y hoy no sabemos qué va a pasar entre 2021 y el 2022”, apuntó.