Redacción
Los estados con mayor vocación turística van a padecer los efectos más devastadores en sus economías por la pandemia del Covid-19.
Considerada la joya del turismo mexicano, Quintana Roo verá a su economía hundirse 15.3% durante 2020, tras caer 0.1% el año pasado, de acuerdo con los Indicadores Regionales de Actividad Económica 2020 de CitiBanamex.
En la entidad que gobierna Carlos Joaquín González, las actividades de hoteles, restaurantes, transporte, comercio y servicios inmobiliarios aportan dos terceras partes de su Producto Interno Bruto (PIB).
Quintana Roo cuenta con la mayor oferta de alojamiento del país, cerca de 110 mil habitaciones de hotel, cuya ocupación llegó a tocar niveles cercanos a cero entre abril y mayo, según los principales destinos del estado que reporta el sistema de monitoreo DataTur de la Secretaría de Turismo (Sectur).
Mientras el Aeropuerto Internacional de Cancún, la principal puerta de entrada de los turistas extranjeros al país, reportó sólo 4 millones 431 mil pasajeros internacionales entre enero y julio de 2020, menos de la mitad que en el periodo similar de 2019, indican datos de Grupo Aeroportuario del Sureste (Asur).
Rodeado del Mar de Cortés y el océano Pacífico, Baja California Sur es el segundo estado que mayor depende del turismo, donde las actividades relacionadas con este sector representan más de la mitad de su PIB.
En CitiBanamex estiman que la economía sudcaliforniana se desplome 14.8% durante 2020, después de ser el estado con el peor desempeño en 2019, de -7.3%.
En la entidad que gobierna Carlos Mendoza Davis, la ocupación hotelera también llegó a tocar niveles cercanos a cero entre abril y mayo, mientras su principal aeropuerto recibió apenas a 869 mil pasajeros internacionales entre enero y julio, casi un millón menos que en el periodo similar de 2019.
Después del auge que vivió el turismo durante el sexenio pasado y que les permitió crecer como si se trataran de economías del sudeste asiático, el PIB de Quintana Roo y Baja California Sur comenzó a perder fuerza a partir de 2019, debido a la falta de promoción turística, los problemas de inseguridad, la pérdida del mercado norteamericano, el sargazo, la incertidumbre por las políticas gubernamentales, entre otros hechos.
En 2020, ambos estados sufrirán los peores efectos económicos del Covid-19, debido a que las medidas de confinamiento para enfrentar la pandemia impactaron de manera directa la ocupación hotelera y la prestación de servicios, expuso Guillermina Rodríguez, analista de CitiBanamex.
En Quintana Roo, el empleo formal se redujo 10.9% durante la primera mitad de 2020, siendo la mayor pérdida de las 32 entidades del país; en tanto las ventas minoristas se desplomaron 18.9% entre enero y mayo, también el peor resultado a escala nacional.
En Baja California Sur, el impacto negativo de la pandemia sobre la economía provocó una disminución de 10.6% en las ventas al menudeo y de 6.2% en el empleo formal, siendo el segundo peor resultado, sólo detrás de Quintana Roo.
De acuerdo con cálculos de CitiBanamex, las economías de las 32 entidades del país van a contraerse durante 2020, luego de que 19 estados retrocedieron en 2019 y seis en 2018.
Los analistas del banco anticipan que el conjunto de la economía nacional se hundirá 11.2% en 2020 y será la caída más profunda desde 1932.
“Al deterioro del consumo interno a causa del confinamiento, cierre de establecimientos y pérdida de empleos se suma la situación internacional adversa que limitará el comercio internacional y el flujo de inversiones, las cuales se enmarcan, además, en una pérdida de confianza por parte de los empresarios”, argumentan.
Para 2021, estiman que el PIB nacional rebote 4.1%, debido a que 31 de entidades verán un repunte en sus economías, sólo Tabasco continuará retrocediendo.
En particular, Quintana Roo crecerá 7% y Baja California Sur 6.6%, cuyo periodo de recuperación puede comenzar hacia final de este año.
Desde la perspectiva de CitiBanamex, los recursos que se inyecten para la construcción del Tren Maya y la refinería de Dos Bocas van a contribuir a suavizar parcialmente los efectos de la crisis en algunas localidades.